Bruselas pide encontrar «equilibrio» entre atender a regiones y no renacionalizar la PAC
Bruselas, 14 nov (EFE).- El comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, consideró este lunes «contradictorio» que los países de la UE pidan, por un lado, más flexibilidad para adaptar la Política Agrícola Común (PAC) a las especificidades de las distintas regiones, y a la vez rechacen una renacionalización, y opinó que habrá que encontrar un «equilibrio» entre ambos objetivos.
«Vamos a tener que equilibrar ambos objetivos: por un lado dar flexibilidad, sin perder la ‘C’ de la Política Agrícola Común», dijo el comisario tras escuchar a los ministros de Agricultura de la UE hablar de ese asunto hoy en un debate sobre la PAC posterior a 2027.
Para Hansen, «es contradictorio» que «muchos» Estados miembros reclamen «flexibilidad» con el fin de atender las especificidades de las estructuras agrícolas, las características dentro de cada Estado miembro, así como las diferencias entre regiones y que, a la vez, soliciten «que no renacionalicemos» la PAC.
El comisario luxemburgués admitió que «queda mucho que hablar» a la luz de las numerosas y largas intervenciones de los ministros hoy, pero consideró que existe «una base sobre la que seguir trabajando» y se mostró convencido de que la UE logrará dotarse de «una mejor PAC».
España, Italia, Francia y otras muchas delegaciones se mostraron muy críticas con el diseño y el presupuesto planteado para la PAC en el periodo 2028-2034.
El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, recordó la carta enviada por España y otros 16 Estados miembros a la Comisión hace unas semanas pidiendo «primero, que la personalidad de la PAC no se perdiera y se recuperara (…) segundo, que estuviera dotada de fondos suficientes y en tercer lugar, que no diera lugar a la cofinanciación nacional de acciones».
Aunque valoró como «positiva» la respuesta dada después por la Comisión al Parlamento Europeo en relación con este tema, opinó que es «insuficiente» y dejó claro que hay cuestiones «importantes» que Bruselas no está contemplando, incluida la financiación de la industria agroalimentaria, la de los regadíos, la de la innovación o de las regiones ultraperiféricas.
Por su parte, Italia consideró que la propuesta de Bruselas «traiciona las expectativas» y «trata de desmantelar una de las políticas comunes más importantes».
«Los agricultores europeos, a los que se les pide que refuercen la sostenibilidad, necesitan certezas. Y la propuesta de la Comisión no las garantiza, empezando por la parte financiera. Los recursos para la agricultura no son suficientes», lamentó el ministro italiano, Francesco Lollobrigida.
La ministra de Francia, Annie Genevard, recordó que lo que quiere ese país es una PAC «robusta y sólida», que incluya también ayudas a las regiones ultraperiféricas, «para poder garantizar la soberanía alimentaria», y añadió que «no se puede aceptar un presupuesto a la baja que no permita preservar la renta ni responder a los retos de renovación generacional».
Ya el pasado septiembre, cuando tuvo lugar el primer debate sobre la propuesta de la Comisión Europea (CE) para la Política Agrícola Común (PAC) posterior a 2027, muchos países de la UE lamentaron los recortes planteados para el periodo 2028-2034.
A principios de mes, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, planteó en una carta a la Eurocámara ajustes a su propuesta de presupuesto para el periodo entre 2028 y 2034, con un objetivo de gasto «rural» en el sector agrícola entre otros cambios, para tratar de sortear el rechazo del Parlamento Europeo al plan original que Bruselas había puesto sobre la mesa.
El rechazo del Parlamento se enfoca en la gran novedad de la propuesta planteada por la Comisión en julio, que consiste en aglutinar en un gran fondo -que se llevaría casi un tercio de los dos billones del presupuesto- las ayudas regionales y agrícolas, además de las de pesca y las destinadas a migración y gestión de fronteras.
Los grupos parlamentarios proeuropeos creen que la centralización de las decisiones a nivel nacional socavaría el valor añadido del presupuesto comunitario y subrayan que los montantes asignados para la Política Agraria Común y la de Cohesión «representan una sustancial reducción en términos reales» con respecto al presupuesto anterior.
En respuesta, la Comisión Europea sugiere crear un «objetivo rural» que obligue a los Estados miembros a dedicar «al menos un 10 %» de los planes nacionales en el sector agrícola, una cantidad que se añadiría al monto ya previsto para la Política Agraria Común (PAC) y la Política Pesquera Común.
España dispondrá de 79.900 millones de euros para distribuir entre fondos regionales y ayudas agrícolas entre 2028 y 2034, según la propuesta de presupuesto de la Comisión Europea, lo que supone casi un 20 % menos de lo asignado en el periodo actual. EFE
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