
Calma expectante en Turnberry ante la reunión de Trump y Von der Leyen
Susana Blaya
Turnberry (R. Unido), 27 jul (EFE).- Bajo un cielo gris que amenaza lluvia, la pequeña localidad escocesa de Turnberry está este domingo tomada por policías y decenas de cámaras apostadas en sus evocadoras dunas, ante la inminente reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Aunque el ambiente es tranquilo y los vecinos de esta aldea de unos 200 habitantes continúan con normalidad su vida cotidiana, la presencia de periodistas de todo el mundo denota la excepcionalidad de la ocasión.
Al igual que el sábado, el presidente, que llegó a Escocia el viernes para una visita personal de cuatro días, fue visto a primera hora jugando al golf en su complejo de Trump Turnberry, protegido por un amplio despliegue de seguridad.
Agentes patrullan en ‘quads’ por la arena y se han establecido controles en todas las carreteras de acceso, lo que dificulta el tránsito. Los miembros de la prensa, entre ellos EFE, fueron detenidos en varios puntos para revisar los carnés de conducir y las credenciales de los periodistas.
Desde las dunas, una veintena de operadores de cámara, reporteros y fotógrafos lograron captar imágenes de Trump, vestido con su habitual gorra blanca con las siglas ‘USA’, saludando brevemente mientras se desplazaba en un carrito de golf.
Desde la distancia, se escucharon los gritos de apoyo de una mujer que exclamó: «¡Te queremos, Trump!» y «¡Gracias!», mientras otros espontáneos coreaban su nombre al unísono.
En las inmediaciones también se vio a un pequeño grupo de simpatizantes con pancartas pintadas a mano dirigidas al mandatario, en las que se leía: «Presidente Trump, no confíes en Starmer», en alusión a la reunión que mantendrá el lunes con el primer ministro británico.
A unos dos kilómetros del ‘resort’, en la única cafetería de la zona, con vistas al mar -el Balkenna Tea Room-, familias y residentes pasaban el domingo con si nada, mientras varios equipos de prensa trabajaban frente a sus portátiles, aprovechando un punto con cobertura de internet.
Ocio y reuniones
Además de practicar su deporte favorito, Trump combina el ocio con reuniones de trabajo.
Von der Leyen, que llegó a Escocia en la noche del sábado, prepara junto a su equipo el encuentro previsto para las 15:30 GMT de hoy.
Según fuentes diplomáticas, aún se contempla la posibilidad de alcanzar un acuerdo arancelario que rebaje del 30 al 15 % los gravámenes que Estados Unidos amenaza con imponer a productos europeos a partir del 1 de agosto.
Trump aseguró a su llegada en el avión presidencial Air Force One que «hay un 50 % de posibilidades» de cerrar «el mayor acuerdo comercial de todos», pese a que «quedan aún unos veinte asuntos por resolver».
El lunes se reunirá con Keir Starmer y el martes participará en la inauguración de un nuevo campo de golf en su complejo de Menie, cerca de Aberdeen (noroeste escocés), junto a su hijo Eric Trump, y se verá también con el ministro principal de Escocia, John Swinney.
La visita del mandatario, que estuvo por última vez en Escocia en 2018 durante su primer mandato, generó el sábado protestas en las ciudades de Edimburgo y Aberdeen.
Sin embargo, estas fueron menos ruidosas que las anteriores, lo que los organizadores atribuyeron a que su visita se anunció con poca antelación.
Trump volverá al Reino Unido para su segunda visita de Estado -tras una primera en 2019- del 17 al 19 de septiembre, durante la cual se alojará con el rey Carlos III en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres. EFE
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