
Capitán del petrolero Eagle S insiste en que el corte de cables submarinos fue accidental
Helsinki, 21 ago (EFE).- El capitán del petrolero Eagle S, acusado de la rotura de cinco cables submarinos en el mar Báltico en diciembre pasado, insistió en una entrevista publicada este jueves en que el incidente se produjo de manera accidental y señaló que los daños habrían sido menores si las autoridades finlandesas hubieran actuado con más celeridad.
El capitán, el georgiano Davit Vadatchkoria, está imputado junto a los dos primeros oficiales del buque en el juicio que comenzará el próximo lunes en Helsinki por dos delitos agravados de sabotaje e interferencia en las telecomunicaciones, tras seccionar con su ancla el cable submarino de alta tensión Estlink 2 entre Finlandia y Estonia y cuatro cables de telecomunicaciones.
«Somos inocentes, solo fue un accidente marítimo. A día de hoy, ni siquiera estoy cien por ciento seguro de que fuera nuestra ancla la que cortó estos cables», afirmó Vadatchkoria al canal finlandés de radiotelevisión Svenska Yle.
Sin embargo, la Fiscalía finlandesa considera que existen pruebas concluyentes de que el autor de la rotura de los cables fue el petrolero Eagle S, que arrastró su ancla por el lecho marino durante unos 90 kilómetros, hasta que fue detenido por la Guardia Costera finlandesa.
Entre esas pruebas está una de las dos anclas de proa del buque, que fue recuperada del fondo del mar cerca de los cables dañados, y el prolongado surco que dejó en su arrastre y que coincide con la ruta que siguió el petrolero.
El capitán georgiano reiteró en la entrevista que se trató de un accidente causado por las malas condiciones climatológicas y que la tripulación no se percató de que se había soltado un ancla hasta que el buque fue detenido por la Guardia Costera.
También afirmó que puede demostrar que el petrolero no sufrió cambios de rumbo imprevistos que hubieran activado la alarma del piloto automático ni vibraciones o frenazos que indicaran que el ancla se arrastraba por el fondo marino.
Vadatchkoria, quien ha revisado con sus abogados los cientos de páginas de la investigación preliminar, aseguró además que el sumario no incluye ningún indicio de que se tratara de un acto intencionado.
El capitán también criticó a las autoridades finlandesas por no haber actuado en cuanto detectaron la rotura del primer cable, lo que hubiera evitado que los demás cables resultaran dañados.
«Las autoridades ya estaban al tanto de todo a las 15:02 horas de ese día, lo sabían. Podrían habernos pedido que leváramos anclas, pero siguieron nuestra ruta durante muchas horas en lugar de intervenir», dijo.
También criticó la agresividad de las fuerzas especiales que abordaron el petrolero esa noche desde varios helicópteros, pese a que la tripulación no ofreció resistencia, ya que esa operación pudo provocar una catástrofe en un buque repleto de combustible.
«Lo que hicieron fue una grave violación de la seguridad marítima. Habíamos seguido todas sus órdenes, no tenían motivos para ser tan agresivos», afirmó.
Las autoridades finlandesas creen que el Eagle S, registrado en las Islas Cook, pertenece a la llamada «flota fantasma» rusa, compuesta por barcos que Moscú usa para eludir las sanciones occidentales contra sus exportaciones de petróleo por la invasión de Ucrania.
Por este motivo, también barajan la posibilidad de que el Kremlin esté detrás de este y otros incidentes similares ocurridos en el mar Báltico en los últimos dos años, en los que resultaron dañadas varias infraestructuras submarinas, como el gasoducto Balticconnector entre Finlandia y Estonia. EFE
jg/rz/jgb