
Catar reúne a presidentes de Ruanda y RD Congo para continuar conversaciones de paz
El Cairo, 18 mar (EFE).- El emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, acogió este martes en una reunión en Doha a los presidentes de Ruanda, Paul Kagame, y al de República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, después de que el poderoso grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) cancelase su participación en las conversaciones en Angola.
Los dos jefes de Estado reafirmaron el «compromiso de todas las partes para un inmediato e incondicional alto el fuego», y acordaron la «necesidad de continuar con las discusiones iniciadas en Doha para establecer bases sólidas para una paz duradera», según el comunicado del Ministerio de Exteriores catarí.
Asimismo, ambos líderes agradecieron a Catar la organización de esta reunión «fructífera», que ha ayudado a «construir confianza en un compromiso mutuo para un futuro estable y seguro para la República Democrática del Congo y la región», se apunta en la nota.
El diálogo de paz previsto este martes en Luanda sobre el conflicto en el este de RDC quedó sumido en la incertidumbre después de que el M23 cancelase este lunes su participación en las conversaciones.
La Alianza Río Congo (AFC, por sus siglas en francés), que incluye al M23, canceló su intervención en el diálogo con el Gobierno de la RDC, después de que la Unión Europea (UE) sancionara a varios líderes de la milicia.
El pasado 12 de marzo, Angola, cuyo presidente, João Lourenço, actúa como mediador en el conflicto, anunció el inicio de negociaciones directas de paz entre el Gobierno de la RDC y el M23 el 18 de marzo en la capital angoleña.
Asimismo, después de que Lourenço pidiera un alto el fuego entre las partes a partir del pasado domingo para facilitar las conversaciones, el M23 acusó al Gobierno congoleño de «seguir con su campaña belicista con múltiples ataques terrestres y bombardeos».
El diálogo previsto este martes no era la primera vez que Lourenço convocaba a las partes implicadas para resolver el conflicto, pero sí la primera en que el Gobierno congoleño accedía a reunirse directamente con el M23.
El M23, que cuenta con apoyo de Ruanda -según la ONU y países como EE.UU., Alemania y Francia-, controla las capitales de las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.
Los enfrentamientos que estallaron en la capital de Kivu del Norte, Goma, y sus alrededores dejaron más de 8.500 muertos, según detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.
En esa provincia se reanudó la actividad armada del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE
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