
China dice que separatismo taiwanés está «condenado al fracaso» tras elección revocatoria
Pekín, 24 ago (EFE).- El intento fallido de destituir a siete legisladores opositores de Taiwán demuestra que el «separatismo» favorable a la ‘independencia’ de la isla «va en contra de la voluntad del pueblo y está condenado al fracaso», afirmó este domingo Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Ejecutivo chino.
Este sábado, cientos de miles de taiwaneses acudieron a las urnas para votar la destitución de siete parlamentarios del Kuomintang (KMT), el principal partido opositor de Taiwán, en el marco de la segunda tanda de elecciones revocatorias celebradas en el territorio autogobernado.
Según cifras de la Comisión Electoral Central, ninguna de las siete propuestas de revocatoria alcanzó el umbral mínimo del 25 % de votos favorables en su distrito ni logró reunir más sufragios positivos que negativos.
Estos comicios formaban parte de la segunda ronda de elecciones destinadas a destituir a 31 de los 39 legisladores del KMT elegidos por voto directo en enero de 2024.
En la primera tanda, celebrada el 26 de julio, ninguna de las 24 iniciativas de revocación prosperó, lo que representó un duro revés para el gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), que buscaba recuperar el control de un Parlamento dominado por el KMT y el minoritario Partido Popular de Taiwán (PPT).
«Después de la primera ronda de votación el 26 de julio, el pueblo de Taiwán ha vuelto a decir ‘no’ a la maliciosa farsa política del PDP», declaró este domingo Zhu Fenglian, en declaraciones recogidas por la agencia Xinhua.
Esta ola de votaciones revocatorias fue promovida por organizaciones civiles cercanas al oficialismo isleño, que criticaban algunas de las principales iniciativas impulsadas por la oposición, entre ellas la ampliación de las facultades de supervisión parlamentaria, los recortes al presupuesto estatal y los intentos de obstruir la labor del Tribunal Constitucional.
El Gobierno chino, que considera la isla de Taiwán como una «parte inalienable» de su territorio, ha expresado en varias ocasiones su rechazo al proceso de destitución, alineándose públicamente con las posturas del Kuomintang (en mandarín, Partido Nacionalista chino).
Aunque la formación opositora no defiende la «unificación» formal con la República Popular China, sí aboga por mejorar la comunicación entre Taipéi y Pekín; posición que contrasta con la del actual Ejecutivo taiwanés, más inclinado al soberanismo y a fortalecer las relaciones con Estados Unidos y otros países occidentales. EFE
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