Contra la explotación en la fabricación de ordenadores

Los fabricantes de ordinadores y sus subcontratistas desdeñan las normas mínimas laborales. (fair-computer.ch).

Dos ONG suizas arremeten contra las condiciones de trabajo de los subcontratistas de las principales marcas de ordenadores distribuidos en Suiza.

Acción de Cuaresma y Pan para el Prójimo piden a los consumidores protestar contra la explotación de las obreras asiáticas y proponen colaborar con los fabricantes para mejorar la situación.

Los ordenadores son el signo por excelencia de la modernidad. Pero sus condiciones de producción son socialmente arcaicas. Es, en sustancia el mensaje lanzado por Acción de Cuaresma y Pan para el Prójimo, dos ONG cristianas, en su campaña anual.

Ambas ONG suizas fundan su estrategia en una serie de estudios efectuados en China, en Tailandia y en Filipinos por el Centro de investigación sobre las empresas transnacionales (SOMO), cuya sede está en los Países Bajos. Desvelados en Suiza, los resultados de esta investigación serán difundidos más tarde en otros seis países europeos.

Entrevista con Charles Ridoré, secretario francófono de Acción de Cuaresma.

swissinfo: ¿Qué le impacta más de los resultados del estudio?

Charles Ridoré: Todo trabajo debe respetar la dignidad humana, empero, en este sector, como en otros, las empresas se instalan en otros países, lo que provoca desempleo en nuestras latitudes y la explotación en los países del Sur, sin otra motivación que un margen máximo de provecho.

Concerniendo a las condiciones de producción de los ordenadores, puntualizaría en primer lugar el bajo nivel de las remuneraciones. Cuando los obreros son pagados correctamente, tienen por lo menos acceso a la medicina, puesto que la fabricación de ordenadores también puede poner en peligro la salud de los empleados, sea por la presencia de productos tóxicos o dado el reducido tiempo de recuperación.

Finalmente, las trabas impuestas a la organización sindical de los trabajadores impiden cualquier proceso de mejoramiento.

swissinfo: ¿Qué propone para cambiar esta situación?

CR: Nos inspiramos en el comercio equitativo y en las campañas efectuadas en la industria del vestido. Esas acciones muestran que los consumidores pueden hacer elecciones éticas de compra.

En el marco de esta campaña, que atañe un instrumento utilizado diariamente casi por todos los grupos de edad, pedimos a los compradores – individuos, empresas y administraciones – interpelar a los fabricantes de ordenadores presentes en Suiza. Porque esas empresas con frecuencia se declaran sensibles a las cuestiones sociales y éticas. Y, en todo caso, velan por conservar una buena imagen.

Algunas de ellas hasta adoptaron códigos éticos, empero, aún hace falta que los apliquen.

swissinfo: Pero, ¿cómo pueden actuar concretamente los consumidores suizos?

CR: Nuestra campaña pretende, en primer lugar, informar a la población suiza. Sobre esta base, les proponemos expresar su preocupación enviando una carta de reivindicación a las empresas activas en Suiza.

Esperamos que los fabricantes reciban un número significativo de cartas. Tendremos así una posición más fuerte para negociar con esas empresas y hacer valer nuestras reivindicaciones.

De manera general, les pedimos reconocer su responsabilidad social en el conjunto de la cadena de producción y no solamente en las tiendas en Suiza. Si tienen un código de conducta, hace falta que lo den a conocer a todos aquellos que participan en la fabricación y ensamblaje de sus ordenadores.

Pedimos en particular la libertad sindical, la no discriminación, la interdicción del trabajo forzado y la abolición del trabajo de los niños, es decir, los cuatro derechos de base promulgados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Estamos dispuestos a negociar un proyecto piloto con las empresas para realizar este trabajo de formación.

swissinfo, Federico Burnand en Ginebra
(Traducción, Marcela Águila Rubín)

Contexto

Los estudios que dan base a la campaña de las ONG suizas fueron efectuados por el Instituto SOMO (Centro de investigación sobre las empresas transnacionales, Amsterdam) con la colaboración de diversas asociaciones europeas de consumidores.

Atañen a las cinco principales marcas en el mercado suizo:
Hewlett Packard, Dell, Acer, Apple y Fujitsu Siemens.

Según estos estudios, el conjunto de estas empresas utiliza a subcontratistas que desdeñan las normas mínimas de trabajo promulgadas por lo OIT.

Según la ONG suizas, Hewlett Packard y Dell son los más activas frente a este problema. Apple y, más todavía, Acer y Fujitsu Siemens practican una política opaca sobre las condiciones de fabricación de los ordenadores.