El libro quiere hacerse escuchar
Autores, editores, vendedores y bibliotecarios de toda Suiza se unen para promover la lectura de libros en todo el país, ante el festejo, este 23 de abril, del Día Mundial del Libro.
Una campaña buscará construir un extenso respaldo para el libro y para el sector que lo promueve.
“Todas las ramificaciones del sector de los libros se encuentran en crisis”, dice Erika Benz-Steffen, directora del departamento de Literatura de la Fundación suiza para la Cultura Pro Helvetia.
Desde hace 20 años se reduce el tiempo dedicado a la lectura. El consumo al instante y la competencia de los denominados productos chatarra, distribuidos en los medios de difusión, van ganando terreno a la literatura.
Ante este contexto, Benz-Steffen está convencida de la necesidad de crear un instrumento de promoción provocativo que reavive la cada vez más olvidada lectura de las obras literarias.
“El libro debe ser tratado de acuerdo a su importancia. Esto significa que debe recibir apoyo financiero adecuado y beneficiarse de otras medidas que garanticen la existencia de la escena del libro en Suiza”, subraya.
Acto solidario
Por primera vez se han unido todos los protagonistas implicados en el sector de las publicaciones -incluidos autores, editores y bibliotecarios- para conformar un ‘lobby’ del libro en Suiza que recuerde su importancia, así como su valor educativo y social.
El esfuerzo no sólo se limita a la promoción de las bellas obras literarias, sino a estimular la lectura en general de todo tipo de obras, como son los títulos que abordan temáticas especializadas o aquellos concentrados a tópicos científicos.
De lo que se trata es de “edificar un extenso respaldo al libro y al sector que lo promueve”, indica a swissinfo Men Haupt, director de la Asociación de Librerías y Editoriales de Suiza.
“Pocos sectores tienen la posibilidad de aprovechar una jornada mundial dedicada a su producto. Nosotros la tenemos y queremos sacar provecho de ella”, puntualiza.
El problema al que se enfrenta el sector actualmente es que, con frecuencia, se olvida simplemente el título de un libro, luego de que se habla de él en los medios de comunicación o en los sectores culturales.
Un hecho que no ocurre con el mercado cinematográfico que, a través de una excelente colaboración interna, se ha colocado en una muy buena posición en los últimos años.
Llamado a la reflexión
Con un folleto como “estímulo para la reflexión” editado en alemán, francés e italiano se lanza este jueves, Día Mundial del Libro, la campaña helvética a su favor.
Ninguna reivindicación concreta se ha formulado aún con respecto a este esfuerzo, aunque seguramente serán establecidos próximamente los objetivos específicos de este ‘lobby’ para promover el libro y la lectura, que tendrá un periodo de duración de entre tres a cinco años.
Por parte de los organizadores llegan “muchas ideas que desarrollaremos y concretizaremos en los próximos meses para transformarlas en nuestras exigencias”, agrega al respecto el director de la Asociación de Librerías y Editoriales de Suiza.
Un ejemplo del futuro trabajo de promoción en los diversos sectores de interés se verá respaldado por la legislación a favor de la cultura.
El concepto de promoción del libro también cuenta con el apoyo de un extenso comité integrado por personalidades de la política, la cultura y la ciencia.
Financiamiento con medios propios
La financiación del proyecto es más bien modesta. Los organizadores costearán la campaña con medios propios. “El sector vive en una situación modesta, por lo que los medios de los que podemos disponer también lo son”, dice Haupt.
Pero aunque no define cifras, seguramente los 3 a 5 años que durará la campaña costarán algunos miles de francos. “Para el inicio se trata de menos de 100.000”, confiesa el director de la Asociación de Librerías y Editoriales de Suiza.
De acuerdo a su gerente, Martin Jann, el presupuesto para las actividades de la agrupación ronda los 50.000 francos anuales.
Parte de los gastos también correrán a cargo de la Fundación Pro Helvetia. “Seguramente apoyaremos algunas iniciativas que se correspondan con nuestros objetivos en el marco de nuestras posibilidades”, advierte Erika Benz-Steffen y agrega: “También para este folleto hemos participado con un pequeño apoyo”.
Equilibrio lingüístico
El grupo de promotores del libro se ha fijado como meta darle publicidad a libros de todas las partes lingüísticas de Suiza. Lo que podría significar la edición y propaganda de obras de autores suizos en varios idiomas nacionales.
“Espero que crezca la sensibilidad ante las circunstancias de cada región y que a través de esta red, que ahora construimos, se presten más atención los unos a los otros”, concluye Benz-Steffen, de Pro Helvetia.
“No es el centro de la campaña, pero todo lo que hagamos a favor del libro, es bueno naturalmente para todos”, aclara Haupt.
swissinfo, Christian Raaflaub, Zúrich
(Traducido por Patricia Islas)
Cada año se venden en Suiza 40 millones de libros.
80% de ellos se importan.
Los ingresos del mercado del libro y la literatura (sin la prensa) alcanzan los 2.000 millones de francos anuales.
Las editoriales suizas publican al año 10.000 títulos de libros.
El 23 de abril es el Día Mundial del Libro, establecido por la UNESCO en 1995.
Esta fecha conmemora la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare (en 1616 ambos descesos), al igual que el nacimiento de Vladimir Nabokov (1899) y Halldor Laxness (1902).
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