Proteger mejor la diversidad cultural

La UNESCO intervino para salvaguardar Abu Simbel en Egipto. Keystone Archive

Suiza respaldará en la 33a. conferencia general de la UNESCO el proyecto de convención para la defensa de la diversidad cultural y la libertad de expresión.

A juicio del embajador helvético, Ernst Iten, la organización debe persistir en la simpliificación de los procedidimientos para mejorar su eficacia.

Esta sesión bianual se desarrolla desde el 3 hasta el 21 de octubre en la sede la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en París. La conferencia se concentrará especialmente en la diversidad cultural, el dopaje en el deporte y la bioética.

Suiza considera que lo más importante sería adoptar un primer proyecto de Convención sobre la protección de la diversidad de los contenidos culturales y de las expresiones artísticas.

«Tenemos un país pluricultural, y la diversidad cultural es parte de nuestra identidad. Este principio está incluso inscrito en la Constitución helvética y el gobierno se encarga de su respeto y de su aplicación», señala el embajador Ernst Iten.

Sistema de alerta ante el tsunami

Suiza respaldará también otros proyectos del orden del día, entre ellos: el sistema global de alerta en casos de tsunamis, el programa de «educación para todos», y la Declaración relativa a las normas universales en materia de bioética.

Esta 33a. Conferencia general de la UNESCO coincide con el 60 aniversario de la organización internacional, nacida al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.

Miembro de la UNESCO desde 1945, Suiza estuvo en el origen del provechoso sistema de Escuelas asociadas (1952) y ha desempeñado un papel esencial en la protección de la ciudad yemenita de San’a.

A ello se suman la labor desarrollada desde 1969 por la Oficina internacional de Educación, en Ginebra, y los recientes programas de educación por radio e Internet.

Prioridad a la educación

La imagen más visible que el público tiene de la UNESCO son sus logros para la protección del patrimonio cultural y natural. La más notable de ellas es la operación para la salvaguarda del monumento de Abu Simbel en Egipto.

«El sector de la educación era fundamental para la UNESCO, en sus inicios. Luego fue un poco relegada, pero en los últimos años vuelve a adquirir importancia, y en la actualidad es otra vez la prioridad de la organización», recalca Enst Iten.

A juicio del diplomático suizo, es indispensable que la UNESCO se concentre también en algunos proyectos, sin dispersarse. A veces, dice, la organización tiende a lanzarse en programas para los cuales no cuenta con los recursos humanos ni financieros suficientes.

«Los valores esenciales de la UNESCO se mantienen, pero las reformas son indispensables para mejorar su eficacia y adaptarse al mundo en evolución», sostiene el embajador Ernst Iten.

swissinfo, Matthew Allen
Traducción. Juan Espinoza

Datos clave

La 33a. Conferencia general de la UNESCO se lleva a cabo del 3 hasta el 21 de octubre, en París.

Más de 2.000 delegados de 191 Estados miembros asisten al encuentro.

Contexto

Tres proyectos dominarán el orden del día: la Convención sobre la protección de la diversidad de los contenidos culturales y de las expresiones artísticas, la Convención internacional contra el dopaje en el deporte y la Declaración relativa a las normas universales en materia de bioética.

Si los dos últimos textos parecen de consenso en sus grandes líneas, el asunto de la protección de la diversidad cultural podría suscitar controversia.

El texto, que autoriza a los Estados miembros a subvencionar los productos culturales sustrayéndolos de las reglas comerciales comunes, suscita una franca hostilidad de Estados Unidos que le reprochan de ser proteccionista.