CorteIDH revisa caso contra Brasil por asesinato de abogado en 1982
San José, 22 mar (EFE).- La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) comenzó este martes una audiencia de dos días en la que examina una denuncia interpuesta contra el Estado de Brasil por el asesinato del abogado y defensor de derechos humanos Gabriel Sales Pimenta, ocurrida en 1982, y la impunidad en que permanece el crimen.
La presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Julissa Mantilla, expuso el caso ante los jueces y afirmó que el Estado no garantizó la protección adecuada a Sales ante las denuncias que interpuso por amenazas, y que tras el crimen ha habido una total impunidad.
«En su informe de fondo la Comisión (CIDH) concluyó que el Estado brasileño no protegió a Sales Pimenta de la situación de riesgo real e inminente en que se encontraba. Consideró, además, que el ejercicio legitimo del derecho a la libertad de asociación y a la defensa de los derechos de los trabajadores rurales motivó su asesinato», expresó Mantilla.
La representante de la CIDH también señaló que «la manera en que actúo el Estado, favoreciendo demoras excesivas en distintas etapas del procedimiento, generó la impunidad que prevalece a la fecha».
Según la CIDH, no fue hasta el año 2000 que hubo una acusación contra un sospechoso, pero en 2006 el caso fue declarado prescrito.
Mantilla detalló que Sales Pimenta fue un defensor de los derechos de los trabajadores rurales y abogado del Sindicato de trabajadores rurales de Marabá, estado de Pará, y que su asesinato a balazos se enmarcó en «un contexto de violencia ocasionada por los conflictos relacionados a la reivindicación de tierras».
Agregó que Sales Pimenta fue el primer abogado de Marabá que logró cesar una orden provisional de expulsión contra un centenar de ocupantes de tierras reivindicadas, y que luego recibió amenazas de muerte y solicitó la protección del Estado.
En la audiencia, que se desarrolla de manera virtual, declaró como testigo el hermano de la víctima, Rafael Sales Pimenta, quien recordó que al momento del crimen su hermano era un joven de 27 años comprometido con las causas sociales, especialmente con la defensa de los derechos de los trabajadores rurales.
«Su ideal era defender a los trabajadores de la tierra», comentó Rafael Sales Pimenta, quien recordó que su hermano recibió amenazas de muerte directas y veladas debido a su labor como defensor de derechos humanos.
El Estado brasileño presentó como testigo al coordinador general de Programas de Protección de Derechos Humanos, Douglas Sampaio Franco, quien expuso acerca de las iniciativas que lleva a cabo Brasil para procurar la seguridad de las personas defensoras de los derechos humanos.
Sampaio aseguró que hay una política de protección de la que se derivan programas con más de 13 medidas específicas que se ejecutan en favor de los defensores para mitigar situaciones de riesgo.
A la audiencia también están convocados peritos tanto del Estado como de la representación de la víctimas para abordar temas como el contexto en que se dieron los hechos del caso y la situación de los defensores de derechos humanos en Brasil.
La audiencia en la CorteIDH concluirá el miércoles con los alegatos finales orales del Estado y de la representación de la víctima, así como con las observaciones finales de la CIDH.
A partir de entonces, las partes tendrán un mes para presentar los alegatos finales por escrito y luego los jueces emitirán un fallo en los siguientes meses. EFE
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