Cerámica artística del siglo XX
El Museo Bellerive de Zúrich consagra una muestra a la evolución del arte de la cerámica desde Picasso hasta el alemán A. R. Penck.
Se trata de una serie de artistas conocidos no sólo por su obra pictórica sino también por su huella inconfundible en la fabricación de vasijas y objetos hechos con arcilla.
La mayoría del público está familiarizada con la pintura de Juan Miró, Georges Braque, Fernand Léger, Marc Chagall o del insuperable Picasso; pero son pocos los que se han acercado a su obra de grandes e innovadores ceramistas.
¿A qué puede deberse esta falta de interés? Probablemente a que la creación en cerámica era considerada hasta hace poco un arte menor. Era una creación aplicada y supeditada a la escultura para acentuarla y enriquecerla, pero no era vista como una obra independiente, con técnicas y reglas de uso propias.
La creación en cerámica era, en fin, una actividad relacionada directamente con las manos y la materia, lo cual se alejaba del ideal de “pureza” en el arte, o de lo que definía Leonardo da Vinci como ‘el arte es una cosa mental…’
La tradición de la cerámica en Europa
La exhibición del museo Bellerive abarca alrededor de 100 años de producción en cerámica creada por los más diversos artistas.
En la primera parte se muestra la obra de los llamados clásicos modernos (principios del siglo XX). Más adelante, la cerámica producida por artistas de la posguerra hasta los años 60; y, al final, surge una nueva generación de ceramistas que llega hasta la década de los 90.
En las piezas expuestas de estos creadores se aprecia el sello distintivo de cada uno de ellos, y la evolución de sus diferentes técnicas de cocimiento y empleo de materiales.
En total son 23 artistas a través de los cuales se puede seguir la línea de desarrollo que tuvo el arte de la cerámica y las preocupaciones estéticas de sus exponentes.
Los clásicos modernos
Del argentino Lucio Fontana (1899-1986) se exhiben sus grandes platos de cerámica llenos de movimiento y de fuerza dramática. Uno de ellos es un Cristo que cae de la cruz, y en otro se aprecia la clásica corrida de toros, siempre espectacular.
Mientras que en sus vasijas vuelve al tema de las rajaduras o hendeduras, motivos que también aparecen en sus pinturas.
De Juan Miró (1893-1993) figuran sus pequeñas esculturas como cabezas cuadradas hechas con materiales encontrados, quizá, cerca de las playas, lo cual le da a sus creaciones un aspecto azaroso, casi infantil.
Del mismo modo, los jarrones del ruso Marc Chagall (1887-1985) se presentan con una técnica depurada de diseño, dibujo y composición. Son obras de una gran poesía y fuerza imaginativa, como las mujeres transformadas en peces, que aparecen plasmadas sobre estos jarrones.
De Picasso (1881-1973) se presentan platones con escenas referentes a la tauromaquia, jarrones con motivos del cuerpo femenino y pequeños mosaicos de arcilla con pasajes de la corrida española.
La época de la posguerra
En esta parte de la exposición del Museo Bellerive aparecen los trabajos de cerámica del grupo Cobra, nombre de un movimiento artístico constituido por las primeras letras de Copenhague, Bruselas y Ámsterdam, capitales de las cuales provenían sus principales exponentes.
Entre ellos destacaron el danés Asger Jorn (1914-1973) y el holandés Karel Appel (1921). En la obra de estos ceramistas persiste la idea de experimentación y de una gran libertad en el manejo de los materiales.
La intensidad y la mezcla de los colores, así como la vitalidad y energía que aparecen en sus cerámicas, reflejan la inconformidad y hasta cierto punto el trauma ocasionado por la guerra en la mente de esos jóvenes creadores.
Una nueva generación de ceramistas
En la última etapa de esta muestra surge la impresionante obra del alemán A.R.Penck (1939). Se trata de jarrones grandes y bien diseñados con imágenes del cuerpo humano. Sus piezas están llenas de sensualidad y de movimiento, lo cual le da a su trabajo de ceramista una dinámica excepcional.
Asimismo, se presenta la imponente instalación del holandés Jan Van den Dobbelsteen (1954). Consiste en una serie de jarrones de piezas de gran tamaño, casi escultóricas, policromadas y con formas sobrias y perfectas.
El arte de la cerámica ha dejado, al fin, de ser considerado un arte menor. En la actualidad se presenta como una actividad artística independiente de la escultura con sus propias reglas de invención.
La exhibición de cerámica artística del siglo XX terminará el 4 de enero de 2004.
swissinfo, Araceli Rico, Zúrich
El Museo Bellerive de Zúrich expone un siglo de cerámica con los sellos de Chagall, Picasso, Miró, Fontana y otros. La muestra está abierta hasta el 4 de enero de 2004.
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