La bandera suiza en el Palacio de las Naciones
En una emotiva ceremonia, fue izada la insignia helvética en la entrada principal de la sede europea de la ONU.
Un acto de importancia significativa para la Ginebra Internacional, que con ello, saluda la adhesión de Suiza a Naciones Unidas.
La fanfarria militar de Suiza tocó el himno nacional helvético al tiempo que personal de seguridad de Naciones Unidas izaba la bandera con toda solemnidad en la entrada principal del Palacio de las Naciones.
Sergei Ordzhounikidze, director de la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra, se felicitó por este acontecimiento, histórico en la vida de la comunidad internacional y trascendente en la política exterior de Suiza.
“Suiza es necesaria para la ONU”, dijo Ordzhounikidze en tres de las lenguas nacionales, alemán, francés e italiano; provocando la hilaridad de los presentes.
Al final de su intervención, el responsable de la ONU, de origen ruso, expresó ante las autoridades municipales y cantonales la frase “Bienvenidos a su casa”, igualmente en las tres lenguas ya mencionadas.
Valores comunes
La ministra del Interior, Ruth Dreifuss, representó al Consejo Federal helvético (gobierno colegiado compuesto por 7 consejeros) en esta ceremonia.
En su intervención, dijo que el ingreso a la ONU se hizo “gracias a la decisión del pueblo” y agradeció “este gesto de democracia”.
En efecto, Suiza es el único país del mundo que ha sido admitido en el sistema de Naciones Unidas después de un voto popular positivo.
Para Dreifuss, la no pertenencia de Suiza a la ONU constituía “una situación paradoxal” que ahora pertenece al pasado.
“Los símbolos son importantes en este día de fiesta. A partir de ahora, la bandera de Suiza se muestra en la sede de la ONU. Y, desde este martes, la más grande bandera de la ONU jamás confeccionada, se iza sobre nuestra Catedral de San Pedro. Estas expresiones simbólicas hablan de la confluencia de valores que compartimos”, indicó.
La ministra del Interior mencionó la paz, la tolerancia, la democracia, el estado de derecho, el respeto a los derechos humanos y la responsabilidad con respecto a las generaciones futuras como valores universales que comparten tanto Naciones Unidas como Suiza.
Al final de la breve ceremonia, la fanfarria militar helvética volvió a intervenir y los presentes fueron invitados a brindar por este ingreso histórico.
Luis Vázquez, Ginebra
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