Dimite el presidente de Comunión y Liberación, el español Julian Carrón

Roma, 15 nov (EFE).- El presidente del poderoso movimiento católico Comunión y Liberación, el español Julián Carrón, anunció hoy su dimisión, tras 16 años en el cargo, para favorecer un cambio en su cúpula, como había instituido el papa Francisco con la aprobación de nuevas normativas para las asociaciones de laicos.

En una carta publicada en la página del movimiento, Carrón afirma que su decisión pretende «favorecer que el cambio de liderazgo al que estamos llamados por el Santo Padre se produzca con la libertad que requiere este proceso».

El decreto sobre las Asociaciones de Fieles que entró en vigor el pasado 11 de septiembre establece que «los mandatos en el órgano central de gobierno a nivel internacional podrán tener una duración máxima de cinco años cada uno» y «una misma persona podrá ocupar un cargo en el órgano de gobierno central a nivel internacional por un período máximo de diez años».

La normativa emitida por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida también establece que «las asociaciones en las que, en el momento de la entrada en vigor de este decreto, los miembros que hayan superado estos límites» tendrán «a más tardar veinticuatro meses» desde su entrada en vigor, hasta el 11 de septiembre de 2023.

Carrón, de 71 años, «ha decidido dimitir de este cargo para favorecer de inmediato el proceso de cambio exigido a las asociaciones internacionales de fieles reconocidas por la Santa Sede», explican desde la organización.

«En este delicado momento de la vida del Movimiento, he decidido presentar mi renuncia como presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación para favorecer que el cambio de liderazgo al que estamos llamados por el Santo Padre -mediante el Decreto sobre el ejercicio del gobierno dentro de los movimientos ˗ se produzca con la libertad que este proceso requiere», se lee en la misiva.

Con esta nueva normativa el papa quiere evitar que en estas asociaciones de laicos se produzcan, «debido al personalismo, la centralización de funciones, así como expresiones de autorreferencia» eventuales «violaciones de la dignidad y la libertad personal e, incluso, verdaderos abusos», según el Vaticano.

Comunión y Liberación es un movimiento católico fundado en los años 60 por un sacerdote milanés, don Luigi Giussani, y con una fuerte influencia en la política.

Muchos políticos italianos pertenecen al movimiento y cada año organizan en la ciudad de Rimini un congreso en el que participan los destacados exponentes de la política y economía del país.

La decisión de Carrón, la primera dimisión entre los grandes movimientos y asociaciones de fieles, llega después de que el papa Francisco interviniese hace un mes decretando un cambio en la dirección de la asociación Menores Domini, controlada por Comunión y Liberación, y cuyos miembros siguen los preceptos de pobreza, castidad y obediencia.

Las mujeres laicas que se ocupan de los cuidados del papa emérito, Benedicto XVI, en el monasterio Mater Ecclesiae pertenecen a las Menores Domini. EFE

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