Diputados chilenos proponen plebiscito para definir futuro de administradoras de pensiones
Santiago de Chile, 14 ene (EFE).- Diputados chilenos del oficialismo presentaron este martes un proyecto de ley para plebiscitar el futuro de las llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las empresas privadas que en Chile gestionan los ahorros previsionales de los trabajadores a través de inversiones en el mercado financiero.
La propuesta considera incluir una papeleta en las elecciones presidenciales y parlamentarias que se celebrarán en noviembre de este año para consultar a la ciudadanía: “¿Quiere usted que las AFPs administren sus fondos previsionales?”, con las opciones de respuesta “Sí” y “No”.
Tras «más de 40 años de haberse creado esta institucionalidad, es de toda lógica que la población decida si quiere continuar con este sistema o no», señaló en una rueda de prensa el parlamentario socialista Juan Santana.
La iniciativa, a la que se opone la derecha y el Gobierno también ha descartado, surge en un momento clave para el avance de la reforma de pensiones, uno de los pilares del programa del presidente progresista Gabriel Boric y que, en su último año de su mandato, aún no ha logrado concretar.
Tanto la oposición como su socio de gobierno, el Partido Comunista, rechazan –por distintas razones– la reforma actual, que lleva dos años discutiéndose en el Parlamento.
La propuesta inicial, anunciada por el Gobierno en noviembre de 2022, ocho meses después de llegar a La Moneda, contemplaba la creación de un modelo mixto con un aumento de la cotización del 10 al 16 % a cargo del empleador y la posibilidad de que el Estado gestionara los fondos. Sin embargo, el oficialismo ha tenido que ceder en varios puntos clave del proyecto.
De un sistema completamente administrado por un ente público, donde se eliminaban a las AFP y el 16 % de la cotización se destinaba a cuentas nocionales, se ha pasado a un sistema donde los actores privados mantendrían un rol relevante y al menos un 13 % se destinaría a cuentas individuales.
En los últimos meses, Boric ha llamado varias veces a los partidos políticos a avanzar en la tramitación de la esperada reforma y ha apelado al diálogo para destrabar los nudos del proyecto, que debería resolverse en el Senado este mes de enero para seguir con su última etapa parlamentaria en la Cámara de Diputados.
Las pensiones llevan años en la lista de las principales preocupaciones de los chilenos y la refundación del sistema fue una de las principales demandas en la ola de protestas de octubre de 2019, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos.
Implantado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1980), el sistema chileno fue pionero en la región en establecer la capitalización individual y en desechar el modelo de reparto.
Cada trabajador formal está obligado a aportar el 10 % de su sueldo mensual a una cuenta personal de la que puede disponer cuando se jubile (60 años las mujeres y 65 años los hombres) y que es tutelada por una de las siete AFP existentes.
Sus defensores argumentan que el modelo ha contribuido al desarrollo del mercado nacional de capitales y explica en un tercio el mayor crecimiento económico que Chile ha experimentado desde 1980 en adelante, según un estudio de la Asociación de AFP.
Sus detractores, en cambio, consideran que las inversiones de las AFP han beneficiado exclusivamente a las élites y que el sistema sólo funciona si se tiene un empleo estable y un ingreso alto, algo impensable para la gran mayoría de los trabajadores.
En 2008, se hizo una reforma y se creó una pensión financiada por el Estado, dirigida al 60 % más pobre que nunca había cotizado o que recibía pensiones muy bajas. El aporte estatal se amplió en 2021 hasta los 185.000 pesos mensuales (200 dólares). EFE
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