Davos, marcado por la crisis financiera
La crisis financiera fue el tema dominante del 38 Foro Económico Mundial de Davos (WEF) con el cambio climático, el abasto de agua, la pobreza y los grandes conflictos como telón de fondo.
La prensa suiza insistió en la diferencia entre las bellas palabras y las dificultades para aplicarlas en el contexto cotidiano.
Tras cinco días de páginas enteras de informes, entrevistas y análisis de todo género dedicados a las discusiones en Davos sobre los grandes problemas del tiempo y del mundo, la prensa suiza despertó este lunes con resaca y ofrece pocos comentarios. Es como si se volviera de una vez hacia la 39 edición del WEF…
“Mientras que la calma vuelve a las calles…, más de un observador exterior se preguntará una vez más lo que estos cinco días aportaron (…) para concluir que no es gran cosa”.
Esta escéptica afirmación es del periódico en lengua alemana ‘Südostschweiz’, para el que el WEF es, y sigue siendo, “un simple club de discusión, pero por supuesto de un nivel muy alto. Nada más, nada menos”.
Pérdida de credibilidad
‘La Liberté’ destaca un “ambiente más bien desolador, donde la crisis financiera y la gran cuestión de saber si Estados Unidos caería o no en la recesión, “ocultaron un poco” el tema de 2008 sobre el poder de la colaboración innovadora. Para el diario de Friburgo, estos “electrochoques tienen al menos el mérito de haber provocado una toma de conciencia y de devolver la ‘burbuja de Davos’ a la realidad”.
Sobre los planteamientos de ese periódico, el profesor de Economía Política del Instituto para la Gestión y el Desarrollo, ‘Institute for Management Development’ IMD), Jean-Pierre Lehmann, lamenta una cierta actitud de complacencia en los debates.
Temas importantes no fueron abordados, como la situación explosiva en Afganistán, en Kazajistán y en toda Asia Central. El catedrático considera que “para Davos, no hablar de eso es perder credibilidad”.
El diario en lengua italiana ‘Corriere del Ticino’ subraya, por su parte, la gran actividad de cinco de los siete miembros del gobierno suizo este año en el WEF, que aprovecharon la ocasión para realizar “encuentros de alto nivel”.
Sobresaltos financieros
Por su parte, la ‘Tribune de Genève’ (Ginebra) y ’24 heures’ (Lausana), enfatizan que si bien en Davos se habló de pobreza, pandemias, calentamiento planetario, el foro sirvió sobre todo de “caja de resonancia (…) a la crisis económica de Estados Unidos y al sistema financiero hecho leña”.
El diario ‘Neue Zürcher Zeitung’ (Zúrich), destaca “un consenso global sobre la amplitud de la crisis y los remedios a aportar”. Pero, entre estadounidenses, europeos y asiáticos, cuya hora ha llegado, se pudo “advertir claramente una diferencia en el discurso entre el ‘nosotros’ y el ‘ustedes'”.
Esta edición 2008 fue marcada por los sobresaltos bursátiles y el anuncio de la formidable debacle de 8 mil millones de francos de la institución bancaria francesa ‘Société Générale. Empero, el periódico ‘Bund’ (Berna), considera que esa situación demostró sobre todo “la aceleración significativa de la globalización de la economía mundial”.
Pero, ‘Le Temps’ (Ginebra) estima que “la crisis no lo es todo y que Davos no usurpa su vocación de plataforma global”. En un balance publicado el sábado (26.01), el periódico francófono considera que lo “más visible”, este año, habrá sido el deslizamiento del poder planetario en provecho de las economías emergentes y de los países productores de materias primas. Una “inmensa redistribución de las cartas”, una “interconexión siempre más intensa entre actores siempre menos desiguales que exige nuevos instrumentos de acción y de diálogo”.
El diario de la región del Lago Léman concluye que el siglo XX y sus instituciones murieron completamente en Davos. “Pero nos preguntamos aún cómo construir el siglo XXI”, finaliza.
Reinventar Davos
Según la ‘Tribune de Genève’ y ’24 Heures’, uno de los más positivos, entre los 2500 participantes –incluidos más de 1000 directores generales de grandes empresas-, es el presidente de la Escuela Politécnica Federal de Lausana Patrick Aebischer: “Si el Foro no existiera, habría que inventarlo”, declara…
Positivo también, el ‘Neue Zürcher Zeitung’ considera que la crisis financiera no ocultó completamente los grandes problemas del mundo y que “lo que cuenta es el intercambio, no el espectáculo. Mientras sea el caso, el espíritu de Davos vivirá”.
En desacuerdo, el ‘Basler Zeitung’ (Basilea) señala que hay “grandes palabras al interior y la ronda de helicópteros al exterior”. Davos es ya historia antigua y veremos si se cumplen las promesas, “pero sin gran esperanza”.
Desengañado, el periódico concluye: “Nada qué temer. Todo el mundo responderá al próximo llamado de Davos para hablar de lo que hay que hacer para salvar al mundo”.
swissinfo, Isabelle Eichenberger
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en ingles) fue fundado por Klaus Schwab bajo la denominación de Simposio de Gestión de Empresas en Davos en 1971.
Desde entonces, celebra su reunión anual en la estación invernal del cantón de los Grisones, excepto la edición 2002, desplazada a Nueva York tras los atentados del World Trade Center cuatro meses antes.
La edición 2008 reunió a 2500 participantes de 88 países, bajo el lema ‘La potencia de colaboración innovadora’.
El director del WEF, André Schneider, hizo un balance positivo de la 38 edición.
Personalidades como el primer ministro británico, Gordon Brown, y el secretario general de las Naciones Unidas, Bando Ki-moon, exhortaron a renovar esfuerzos contra la pobreza. El primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, presentó un fondo de 10 mil millones de dólares para luchar contra el cambio climático.
Las fuerzas de seguridad tuvieron poco qué hacer. En particular, durante la manifestación del sábado (26.01), en Davos la que participaron un centenar de personas.
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