Pocas empresas suizas han cortado lazos con Rusia

A pesar de los llamamientos de manifestantes como los de arriba, fotografiados en Berna en abril de 2022, los gigantes farmacéuticos Roche y Novartis siguen vendiendo sus productos en Rusia, aunque de forma limitada. © Keystone / Peter Klaunzer

Firmas como la corporación industrial ABB, el fabricante de cemento Holcim y el comerciante de petróleo Vitol se encuentran entre las pocas empresas suizas que han cortado lazos con Rusia desde que comenzó la invasión de Ucrania hace casi un año, según revela una lista elaborada por el profesor de la Universidad de Yale Jeffrey Sonnenfeld.

Sonnenfeld comenzó a recopilar la lista apenas unos días después del inicio de la guerra. Ahora incluye más de 1.300 empresas y organizaciones de todo el mundo, entre ellas 53 entidades suizas, desglosadas en cinco categorías, informa el SonntagsZeitung. Además de ABB, Holcim y Vitol, algunas de las otras empresas suizas que tenían planes de dejar completamente de hacer negocios con Rusia o abandonar el país son el fabricante de chocolate Lindt & Sprüngli, y el fabricante de piezas sanitarias Geberit.

Sin embargo, retirarse de un país lleva su tiempo. ABB dijo a SWI swissinfo.ch el mes pasado que seguía “trabajando para completar la salida […] en cumplimiento de todas las leyes y sanciones aplicables”.

En el otro extremo del espectro se encuentran cuatro empresas suizas que no han cambiado su estrategia y siguen haciendo negocios como de costumbre en Rusia: la corporación química Ems-Chemie, el fabricante de maquinaria Liebherr, el procesador de madera Swiss Krono y el comerciante de bienes de consumo Zepter.

“No quiero dejar las fábricas en manos del Estado ruso”, declaró la directora de EMS-Chemie, Magdalena Martullo-Blocher. La empresa ha mantenido abiertas sus dos fábricas en Rusia a pesar de las críticas y de tener que reducir plantilla porque “el negocio se ha hundido”.

Una de las dificultades a las que se enfrentan las empresas, según el SonntagsZeitung, es una ley que estipula que las empresas sólo pueden vender sus filiales rusas a un mínimo del 50% por debajo del valor de mercado. A algunas empresas extranjeras se les ha prohibido vender sus filiales.

Suspensión de operaciones y reducción de plantilla

Catorce empresas suizas han suspendido sus operaciones en Rusia, pero mantienen abiertas las opciones para un eventual regreso. Entre ellas figuran los fabricantes de relojes Swatch Group, Richemont, Rolex, el comerciante de materias primas Glencore y la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial con sede en Zúrich.

Otras nueve entidades permanecen abiertas en Rusia con operaciones significativamente reducidas. Entre ellas figuran los bancos UBS, Credit Suisse y Julius Bär, el gigante logístico Kühne + Nagel y el fabricante de materiales de construcción Sika.

La situación es difícil para los bancos, señala el SonntagsZeitung, en parte porque el Estado ruso ha intervenido: un tribunal, por ejemplo, ha prohibido a Credit Suisse vender sus dos filiales rusas.

En una quinta categoría de empresas se encuentran aquellas que han paralizado nuevas inversiones o limitado sus ventas, pero que por lo demás siguen haciendo negocios en Rusia. Entre ellas están los gigantes farmacéuticos Roche y Novartis (la venta de medicamentos está exenta de sanciones económicas por razones humanitarias), el productor de alimentos Nestlé y el fabricante de chocolate Barry Callebaut. Nestlé, señala el periódico, sigue vendiendo gran parte de su amplia gama de productos en el país.