UBS: los dirigentes imponen sus puntos de vista
Los dirigentes del UBS impusieron todas sus propuestas durante la asamblea general extraordinaria. El aumento de capital, que hará del fondo singapurense GIC el primer accionista del banco, fue aprobado.
Pero los directivos del UBS debieron enfrentar las severas críticas de los pequeños accionistas, furiosos por los malos resultados del 2007.
En suma, 6.454 accionistas acudieron el miércoles (27.02) a la asamblea general extraordinaria del UBS, en Basilea.
Durante la maratónica reunión -siete horas- las intervenciones, acompañadas de aplausos o rechiflas, se multiplicaron con insistentes exhortos para el retiro del presidente del Consejo de administración, Marcel Ospel.
“Pinocho de las finanzas”, “robo”, “lamentable”: los pequeños accionistas se atropellaron en la tribuna para expresar su cólera. Marcel Ospel se mantuvo impasible y respondió con calma a los interventores.
Sólo una vez se mostró desamparado: cuando Thomas Minder, dirigente de la sociedad cosmética Trybol y autor de la iniciativa popular contra las remuneraciones abusivas de los grandes patronos, fue llevado por las fuerzas de seguridad tras pretender entregarle un documento.
Antes de dejar la sala, el empresario había declarado: “los dos millones de su salario son incomprensibles, Señor Ospel. ¡Su prestación no vale un céntimo!”
Deficiente apreciación
En su discurso de apertura, Marcel Ospel reconoció que el banco había cometido errores. “Apreciamos mal ciertas evoluciones, es indudable”.
Añadió que era “deber” del consejo de administración asumir sus responsabilidades, sin preocuparse de su popularidad. Implícitamente, justificó su mantenimiento a la cabeza del banco.
Pero también se defendió: “Los problemas han sido identificados” y “adoptadas las medidas necesarias”, señaló al recordar que el banco conserva su número uno mundial como administrador de fortuna.
Debates interminables
El primer punto de la orden del día, le correspondió enteramente: el examen especial de las cuentas reclamado por la fundación ginebrina Ethos y Pictet Funds que dio lugar a 52 peticiones de intervención. Finalmente, sólo la mitad de los accionistas anunciados, muchos de los habituales, tomaron la palabra, que fue limitada a 5 minutos por persona.
Al término de cuatro horas y media de debates, los accionistas – el 53,78 % de los votos estaban representados – acabaron por rechazar la propuesta de Ethos. Le dieron sólo 314 millones de votos contra 363 millones para el banco, que recomendaba negar el examen.
Empero se criticó la mala gestión de los riesgos, la falta de transparencia y sobre todo el bono extraordinario pagado por la UBS, más de diez mil millones en 2007. “No participamos en los bonos, pero pagamos los platos rotos”, se indignó un accionista, muy aplaudido.
El segundo punto, que se refería al pago en acciones y no en numerario del dividendo 2007, fue despachado, sin mayor problema, en una media hora. La propuesta fue avalada con 671 millones de votos contra 31 millones en contra.
Mayoría aplastante
El tercer punto, decisivo para el futuro del banco, necesitó más tiempo, pero los accionistas, ya menos numerosos y apurados, se mostraron menos virulentos.
Con mayoría aplastante, la propuesta de aumento del capital del UBS fue aprobada con 599 millones de votos contra 87 millones en contra.
Los accionistas no tuvieron que pronunciarse sobre la versión alternativa de la fundación de previsión Profond, al excluirse ambas propuestas de manera mutua. Profond reclamaba un aumento de capital ordinario con atribución de derechos de suscripción a los accionistas existentes.
Así, 13 mil millones de francos serán tomados mediante una emisión de deuda convertible en acciones. Ésta es ofrecida en suscripción exclusiva al fondo singapurense GIC, que le inyectará 11 mil millones, y a un accionista anónimo de Oriente Medio. La decisión hará de GIC el primer accionista de la UBS, con una parte del 9%, cuando las obligaciones sean convertidas.
El examen de las cuentas propiamente dicho será objeto de la próxima asamblea general ordinaria, el 23 de abril, en el mismo lugar.
Positiva reacción de los mercados
Los mercados financieros y los analistas reaccionaron positivamente a la decisión de los accionistas de aumentar el capital. Sin embargo, todos coinciden en que los pequeños accionistas se anotaron un éxito estimable.
El Ministerio de las Finanzas acogió con beneplácito la decisión. Así, de nueva cuenta, el UBS será dotado de capital como corresponde a un gran banco activo a escala internacional para hacer frente a las futuras turbulencias del mercado, explicó Dieter Leutwyler, portavoz del Ministerio.
Al término del día, la decisión de los accionistas del UBS dio nuevos bríos a la cotización de las acciones del banco en la Bolsa suiza. Las acciones aumentaron en 1,7 % a 37,72 francos, antes de retroceder a 37,28 francos al cierre de la Bolsa, es decir, el 0,5 % más que el día precedente.
swissinfo y agencias
Nacido de la fusión en 1997 de la Sociedad de Banco Suizos (SBS) y de la Unión de Bancos Suizos, el UBS es la mayor institución bancaria helvética y la décima a escala mundial. Emplea a 80.000 colaboradores.
En los últimos años, UBS anunciaba regularmente resultados extraordinarios con beneficios por varios miles de millones de francos.
Pero a finales de enero pasado, el UBS anunció por primera vez pérdidas enormes (4,4 mil millones de francos) para el año fiscal 2007. Estas pérdidas pueden ser cualificadas de abisales para el cuarto semestre 2007 (12,5 mil millones de francos).
La causa de estos problemas está vinculada esencialmente a la crisis de los créditos hipotecarios en Estados Unidos, los ahora famosos ‘subprimes’.
Los mercados sancionaron fuertemente esta evolución negativa. Desde principio del 2008, el título del UBS perdió una tercera parte de su valor.
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