Suiza es multilingüe y, sin embargo, la enseñanza bilingüe sigue siendo poco común
Suiza es un ejemplo emblemático de un país que funciona a la perfección con varias lenguas nacionales. Sin embargo, la enseñanza bilingüe en las escuelas públicas sigue siendo una excepción, lo que revela cómo se vive realmente el multilingüismo en el país.
El año escolar actual será el último de las clases bilingües en Berna. La ciudad no continuará con este sistema a partir del verano de 2026. Las «Classes bilingues» se pusieron en marcha en 2019 como un proyecto piloto, con el alemán y el francés como lenguas equivalentes en el aula. La iniciativa despertó un gran interésEnlace externo. Sin embargo, ahora se acaba: el próximo verano, 90 niños y niñas tendrán que volver a la escuela regular y diez docentes serán despedidos.
Como motivo de la disoluciónEnlace externo de las clases, las autoridades citan la incompatibilidad de los planes de estudio entre la región de habla alemana y la Suiza francófona, así como la falta de espacio en los colegios y la escasez de personal especializado.
Para Virginie Borel, el cierre de las clases bilingües es «una catástrofe», según declaró a Swissinfo. La directora del Foro por la Bilingüidad reconoce que gestionar estas clases siempre fue un desafío: «todo tuvo que ser reinventado».
Sin embargo, en los últimos seis años, las «Classes bilingues» se convirtieron en un símbolo de esperanza, y sus beneficios superan claramente los inconvenientes. «En una escuela bilingüe, los alumnos descubren, además de su lengua materna, otra cultura, lo que les hace más abiertos y tolerantes».
¿Qué tan multilingüe es Suiza?
En el extranjero, Suiza es conocida como una nación con varias lenguas nacionales. «Eso crea y mantiene la impresión de que la población suiza es multilingüe, y de que las escuelas bilingües son un modelo consolidado», afirma un portavoz de la Universidad Pedagógica de Berna, en declaraciones a Swissinfo.
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Pero la realidad es otra. «Los puntos de contacto entre las regiones del país y sus culturas y lenguas son poco frecuentes en la vida cotidiana de muchas personas, lo que finalmente también se refleja en la oferta educativa», afirma.
El multilingüismo en Suiza está consagrado por la ley. El artículo 70 de la Constitución federal establece las cuatro lenguas oficiales: alemán, francés, italiano y romanche —con algunas limitaciones—.
Con la entrada en vigor en 2010 de la Ordenanza sobre las lenguasEnlace externo (revisada en 2022), se introdujeron, entre otras cosas, nuevas medidas para fomentar el intercambio entre las comunidades lingüísticas, promover el italiano y el romanche en los Grisones y apoyar a los cantones multilingües.
«La diversidad lingüística y su fomento están estrechamente vinculados con la cohesión nacional», afirma la Universidad Pedagógica de Berna. En distintos cantones e incluso, a veces, dentro del mismo cantón, existen diferentes enfoques para la enseñanza bilingüe. «Para que un modelo tenga éxito, se necesita apoyo político y una comunicación basada en hallazgos científicos». Las investigaciones han demostrado que la enseñanza bilingüe es valiosa.
Virginie Borel considera que el cierre de las «Classes bilingues» en Berna también supone un rechazo al multilingüismo, «un pilar fundamental de la democracia». Subraya que el objetivo no es formar personas perfectamente bilingües, sino despertar el interés por otra región y cultura de Suiza.
Enseñanza bilingüe en la Suiza francófona
El Instituto de Multilingüismo elaboró para el año escolar 2021/22 un «Inventario de la enseñanza bilingüeEnlace externo». La oferta pública bilingüe desde el primer nivel de primaria se encuentra principalmente en los cantones bilingües de Berna y Friburgo, así como en otros cantones de la Suiza francófona, como Neuchâtel y Ginebra.
En los Grisones, la enseñanza bilingüe en alemán y romanche está ampliamente extendida. A medida que avanzan los niveles educativos, se ofrecen más programas, desde la educación secundaria inferior hasta la secundaria superior. Cabe destacar que la enseñanza alemán-francés se concentra principalmente en el oeste de Suiza, mientras que en la Suiza de habla alemana el inglés suele ser la primera lengua en programas de inmersión.
Sin una larga tradición
Las clases o escuelas bilingües no tienen una tradición histórica en Suiza. Biel, en el cantón de Berna, es la única ciudad oficialmente bilingüe del país, con señales de tráfico en alemán y francés. Sin embargo, los colegios bilingües allí solo existen desde 2010Enlace externo, y la mayoría de los niños siguen asistiendo a escuelas en alemán o en francés.
«La enseñanza bilingüe o de inmersión comenzó en nuestro contexto cultural en Canadá a mediados de la década de 1960», explica Daniel Elmiger, profesor asociado de Lingüística y Didáctica de Lenguas Extranjeras en la Universidad de Ginebra. Ya entonces existían modelos comparables en Suiza. Desde la década de 1990 se han añadido muchas nuevas ofertas en todos los niveles educativos.
«Por lo tanto, me parece que hoy ya se puede hablar de una tradición, aunque no tan antigua como en otros lugares», señala Elmiger. No obstante, diversas formas de educación bilingüe o multilingüe han existido desde hace mucho tiempo, especialmente en cantones multilingües como los Grisones o Friburgo, o en otros ámbitos, como la teología, donde el latín mantuvo una gran importancia, o en la hostelería y el turismo.
El francés bajo presión en la Suiza de habla alemana
Las discusiones actuales sobre la enseñanza del francés muestran que el multilingüismo en Suiza sigue siendo un tema de debate recurrente. A comienzos de septiembre, el Parlamento del cantón de Zúrich decidió eliminar la enseñanza temprana del francés en primaria, conocida como Frühfranzösisch.Enlace externo
La decisión reavivó el debate sobre el Frühfranzösisch, y poco después el cantón de San GaloEnlace externo tomó la misma medida. Los cantones de alrededor como Appenzell Rodas Interiores y Uri nunca llegaron a implementar esta enseñanza temprana del francés.
La consejera federal Elisabeth Baume-Schneider —que vivió y estudió de joven en el cantón bilingüe de Berna— es una defensora de la enseñanza temprana del francés. Ha llevado el tema al Consejo Federal (Gobierno), que ahora promueve una nueva leyEnlace externo que haría obligatoria la enseñanza del francés en la escuela primaria.
Virginie Borel también considera que ha llegado el momento de actuar. «Nuestra sociedad funciona bien porque tenemos varias lenguas e identidades. Pero eso no ocurre por sí solo; debemos hacer algo al respecto».
En la mayoría de los cantones de habla alemana, la escuela introduce primero el inglés y luego el francés. En cambio, en las regiones francófonas, los niños aprenden primero alemán; de hecho, la tendencia apunta incluso a un aumento de las horas de alemán, según señala la televisión suiza SRFEnlace externo.
En el cantón de los Grisones, la primera lengua adicional obligatoria varía según la región: alemán, italiano o romanche, mientras que en el Tesino es el francés.
Según un estudio reciente, alrededor del 77 % de las personas encuestadas en Suiza considera que en la escuela la primera lengua extranjera debería ser otra lengua nacional.
Más del 85 % cree que dominar varias lenguas nacionales fortalece la cohesión del país. Sin embargo, entre los jóvenes menores de 24 años, solo un tercio desea aprender otra lengua nacional como primera lengua adicional.
Editado por Balz Rigendinger. Texto adaptado del alemán por Carla Wolff.
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