
El Constitucional francés veta la autorización de un pesticida validado por el Parlamento
(actualiza con reacciones políticas y agrarias a la decisión del Constitucional)
París, 7 ago (EFE).- El Consejo Constitucional francés vetó parcialmente este jueves la ley aprobada por el Parlamento el pasado 10 de julio que permitía el uso de un pesticida en agricultura, una de las reclamaciones de los campesinos del país durante su oleada de protestas de 2024.
La máxima autoridad constitucional del país consideró que esa medida, una de las más importantes de la llamada ‘ley Duplomb’, por el nombre del Senador que la redactó, contraviene la Carta Medioambiental del país, por lo que no puede ser adoptada.
En cambio, dio luz verde al grueso del resto de medidas incluidas en esa ley, como la simplificación administrativa de los trámites a los que están sometidos los agricultores.
El presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo partido había sido uno de los impulsores de esa ley junto a la derecha moderada y la extrema derecha, hizo saber que toma nota de la decisión del Constitucional y que promulgará la ley tal y como quede tras la censura de este organismo, dentro del plazo legal de quince días que tiene para hacerlo.
Un jarro de agua fría para los agricultores, que reclamaban poder usar ese pesticida, prohibido en Francia desde 2018 pero autorizado en otros países, para poder producir en igualdad de condiciones.
Sin embargo, esa medida contaba con el rechazo de la izquierda y de diferentes entidades ecologistas, que habían organizado una recogida de firmas a través de internet que en pocos días recibió dos millones de apoyos, lo que abría la puerta a una relectura del texto en la Asamblea Nacional.
El Constitucional adoptó algunos de los argumentos de los ecologistas, como la incidencia que este pesticida, de la familia de los ‘neonicotinoides’ tiene en la biodiversidad, al afectar a insectos polinizadores y a pájaros, lo que, según su decisión, conlleva a la postre «riesgos para la salud humana».
Sin unas medidas de control suficiente, establece el Constitucional, la autorización de ese pesticida atenta contra «el marco definido por la jurisprudencia de la Carta Medioambiental», a la que el Consejo otorga un valor constitucional.
La decisión supone un revés para la coalición de Gobierno, que contaba con esa ley para aplacar las reclamaciones de los agricultores, que durante el año pasado paralizaron durante varios días importantes arterias del país con sus manifestaciones.
La autorización de este pesticida era uno de los caballos de batalla del sindicato agrario FNSEA, el principal del país.
En un comunicado, esta organización consideró «incomprensible» la decisión del Constitucional y recordó que esos pesticidas están permitidos por la Unión Europea hasta 2033.
Otros sindicatos se mostraron menos severos y consideraron que son necesarias medidas de apoyo a la producción nacional frente a las importaciones.
Duras reacciones también en la derecha y la extrema derecha. El relator de la ley consideró que la censura parcial del Constitucional aumentará la importación de productos tratados con ese pesticida en otros lugares del planeta y dañará a los campesinos franceses.
La líder ultraderechista Marine Le Pen acusó a los miembros del Constitucional de querer ocupar el papel del legislador «sin tener ninguna legitimidad democrática».
La izquierda, por su parte, se felicitó de una decisión que el socialista Olivier Faure calificó de «victoria de la ecología» la decisión que acaba con una ley que «negaba una realidad científica», mientras que el izquierdista Manuel Bompard y la ecologista Marie Tondelier mostraron su sospecha de que el Gobierno quiera introducir esa medida por otras vías.
Los grupos ecologistas, que habían convocado una manifestación frente al Constitucional, se mostraron satisfechos de la decisión. EFE
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