El gobierno polaco critica el viaje de Borrell a Moscú

Berlín, 9 feb (EFE).- El gobierno polaco, del ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS), criticó este martes el viaje a Moscú del alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, y consideró que esa misión ha sido utilizada por la «propaganda» rusa.

Fue «una decisión equivocada», a lo que siguió una «mala actuación» ya en Moscú, declaró el portavoz del gobierno polaco, Piotr Müller, a la radio pública de su país.

Varsovia decidió ayer expulsar a un diplomático ruso, tal como hicieron en paralelo Alemania y Suecia, en respuesta a las medidas adoptadas por Moscú contra tres diplomáticos de esos países.

Según Müller, su gobierno ya había advertido previamente a sus socios europeos de que no era «una buena idea» el viaje de Borrell, que se produjo en un momento de máxima tensión por la condena de la UE a la detención y condena del líder opositor ruso Aléxei Navalni.

Durante la estancia en la capital rusa de Borrell se informó de la expulsión de los diplomáticos de esos tres países europeos, a los que Moscú acusa de haber participado en manifestaciones no autorizadas en apoyo de Navalni.

«Los gestos de Rusia no tienen nada que ver con los cánones de unas relaciones diplomáticas correctas», afirmó Müller, para añadir que, en ese contexto, no fue «una buena decisión» el viaje de Borrell.

La visita del jefe de la diplomacia europea, quien se entrevistó en la capital rusa con el titular de Asuntos Exteriores, Sérguei Lavrov, ha sido plenamente respaldada por la Comisión Europea (CE), frente a las críticas surgidas en el bloque comunitario, principalmente desde países como Polonia o formaciones ultraconservadoras.

GASODUCTO NORD STREAM II

Además de criticar el viaje de Borrell, Müller instó a Alemania a detener el proyectado gasoducto Nord Stream II -prácticamente terminado-, que suministrará gas ruso directamente a ese país.

«Con Nord Stream se está contribuyendo a crear una falsa aceptación de los negocios con Rusia», opinó el portavoz gubernamental polaco.

El gobierno de la canciller Angela Merkel mantiene su determinación de culminar el polémico gasoducto, pese a las críticas generadas dentro del propio país a ese proyecto.

La gran coalición entre el bloque conservador de Merkel y los socialdemócratas insisten en desvincular la cuestión del caso de Navalni, quien fue detenido inmediatamente después de regresar a Moscú procedente de Alemania, donde había pasado cinco meses tras el envenenamiento sufrido en su país. EFE

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