
El pintor Mariano Villalta, celebrado en ‘su’ Roma cuarenta años después de su muerte
Roma, 29 nov (EFE).- El recuerdo del artista español Mariano Villalta (1928-1984) resuena desde hoy con más fuerza en el centro de la que fue su ciudad, Roma, con la primera muestra póstuma de las obras con las que se ganó la admiración del pintor Pablo Picasso o el poeta Rafael Alberti.
El título de la exposición es ‘Mariano Villalta – Cuatro deCada’, un juego de palabras porque se organiza con motivo del cuarenta aniversario de su fallecimiento y porque se muestran cuatro obras de cada uno de los formatos que utilizó en su vida artística.
Cuatro cuadros de gran formato, cuatro de pequeño formato, otras cuatro témperas y cuatro «pequeños», son algunas piezas que se podrán ver en la Casa de Tela, un espacio expositivo en la que fue su casa, a dos pasos de la céntrica Plaza Navona.
Es, en resumidas cuentas, «una pequeña retrospectiva» de la «extensa obra» del Villalta, dijo a EFE la comisaria de la muestra, Patricia Pascual Pérez-Zamora.
«La pintura de Mariano sigue siendo muy contemporánea, sigue llenando y sigue llamando la atención», aseguró la comisaria sobre el artista, a quien consideró «un adelantado» por su ferviente defensa del medio ambiente o sus ideas «modernas».
La exposición cuenta, además, con una línea del tiempo en forma de documentos sobre la vida y obra del artista, entre los que se puede apreciar documentos oficiales de los premios que recibió en vida, recortes de prensa, fotografías e incluso un poema que le dedicó Rafael Alberti, exiliado en Roma y con quien mantenía una estrecha amistad.
Las obras, realizadas a base de óleo y acrílico y en las que predominan los colores oscuros y las texturas, dan fe del carácter «introspectivo» del artista, dijo a EFE el hijo del artista, Esteban Villalta.
Romano de nacimiento, Esteban confesó que mantenía una relación «de amistad» con su padre, que llegó andando a Roma desde Zaragoza en compañía de otros dos pintores, con una parada en Vallauri (Francia) en casa de Picasso, y que derivó en una estancia de tres meses.
Para Villalta, cuenta su hijo, la pintura era «una enfermedad», y, si no podía pintar, «arañaba las paredes», sobre todo en Roma, donde, fuera de la influencia de la censura franquista, pudo desarrollar con más libertad su obra, hasta el punto de llamar la atención del Vaticano, quien también le encargó trabajos.
Esta muestra funcionará como «prueba piloto» en la Casa de Tela, propiedad de la Obra Pía, que, inaugurada en junio de 2020, es un proyecto de «pintura total» elaborada por Esteban Villalta y que funcionará como sala de eventos culturales y artísticos los próximos años.
La obra de Mariano Villalta, que bien podría haber destacado como escritor o filósofo, se exhibe ‘post mortem’ por primera vez en Roma, ciudad de la que se enamoró y en la que se enamoró, y en la que fue su casa, donde recibía y cocinaba a diario para un sinfín de personalidades como Pier Paolo Pasolini o Giuseppe Ungaretti. EFE
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