
El PKK escenifica la primera entrega de armas en un proceso de paz con incógnitas
Estambul, 10 jul (EFE).- El PKK, la guerrilla kurda de Turquía, que en mayo pasado anunció su disolución, escenifica este viernes una entrega de armas simbólica en un lugar aún no especificado cerca de Suleimaniya, la principal ciudad del sur del Kurdistán iraquí.
La fecha ha sido confirmada por el DEM, el partido de la izquierda prokurda de Turquía, tercero del Parlamento, que indicó que una delegación de esta formación estaría presente en Suleimaniya el viernes como testigo de la ceremonia.
La prensa turca ha sugerido que se trata de un acto simbólico en el que una delegación de la guerrilla arrojará sus armas al fuego para destruirlas, pero no se han dado detalles ni se conoce la ubicación exacta.
Inicialmente se había previsto la presencia de periodistas, pero el martes, la guerrilla canceló la asistencia de prensa «por motivos de seguridad» y negó también una transmisión en directo, aunque prometió difundir la ceremonia, una vez terminada, mediante un vídeo en una pantalla «cercana al lugar».
Suleimaniya, la segunda urbe de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí, se halla a un centenar de kilómetros al sur de los montes Qandil, donde el PKK tiene su retaguardia. Su fuerza política dominante, el PUK, mantiene una relación más cordial con la guerrilla que el Gobierno autónomo, con sede en Erbil, aliado de Ankara.
Si bien el jefe de los servicios secretos turcos, Ibrahim Kalin, viajó el pasado día 1 a Erbil y se entrevistó con varios altos cargos del Gobierno autónomo, Ankara no ha dado hasta ahora información sobre los mecanismos concretos previstos para la entrega de armas.
El próximo sábado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dará un discurso «histórico», ha anunciado el portavoz del partido gubernamental, el islamista AKP, Ömer Çelik, al evaluar en una entrevista en la cadena turca NTV el proceso de paz con el PKK.
Çelik opinó que el proceso de desarme del PKK «debería completarse en unos tres a cinco meses ya que si dura más, se expone a provocaciones».
Respecto a la posible reintegración de los guerrilleros actualmente acuartelados en las montañas del norte de Irak, donde el PKK tiene su retaguardia, Çelik aseguró que «se diferenciará entre los que tienen delitos y los que no».
«Las Fuerzas Armadas turcas (que patrullan una franja en el norte de Irak) emiten anuncios para que (los milicianos) se entreguen; si alguien se entrega y no se encuentra nada contra él, no pasa nada. Si se encuentra algo, hay distintos procedimientos», dijo el político.
La guerrilla, por su parte, había inicialmente invocado como única condición la puesta en libertad de su fundador, Abdullah Öcalan, encarcelado en Turquía desde 1999, quien en febrero de este año relanzó el proceso de paz con una carta pidiendo la disolución de la milicia que fundara en 1984.
Sin embargo, en un mensaje en vídeo hecho público ayer, Öcalan matizó que su hipotética puesta en libertad «no es una cuestión individual» sino que está ligada a la libertad de la sociedad. EFE
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