
El primer proyecto nuclear en Suecia en cuatro décadas apostará por reactores modulares
Copenhague, 21 ago (EFE).- La compañía energética estatal sueca Vattenfall anunció este jueves que apostará por reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés) para el primer nuevo proyecto nuclear en este país nórdico en cuatro décadas.
La elección de los SMR obedece a motivos técnicos, financieros y logísticos, explicó la compañía, que deberá decidir entre dos fabricantes, la estadounidense Vernova o la británica Rolls Royce.
Vattenfall planea un proyecto con cinco reactores de Vernova o tres de Rolls Royce con una potencia conjunta de 1.500 megavatios en la central de Ringhals (suroeste), que podría empezar a funcionar a mediados de la próxima década.
En ese proyecto participa también Industrikraft, una organización que agrupa a 17 grandes empresas suecas de varios sectores, entre ellas, Volvo, Alfa Laval, Boliden y Stora Enso.
La compañía estatal sueca informó también de que estudia construir más reactores en Ringhals, con una capacidad total de 1.000 megavatios.
La apuesta por la energía nuclear en vez de las renovables es una de las líneas maestras del Gobierno de derecha del conservador Ulf Kristersson desde que asumió el poder a finales de 2022.
El Ejecutivo sueco había prometido comenzar a construir nuevos reactores antes del fin de la legislatura (dentro de un año), pero Vattenfall resaltó hoy que no se tomará una decisión definitiva sobre la inversión del proyecto de Ringhals antes de 2029.
«Ahora ocurrirá: con nueva energía nuclear, Suecia tendrá un suministro eléctrico más estable, competitivo y respetuoso con el medio ambiente», señaló Kristersson en su cuenta en la red social X.
En una rueda de prensa posterior, Kristersson resaltó la necesidad de estabilidad política para el desarrollo del proyecto.
El Parlamento sueco (Riksdag) aprobó en mayo una nueva ley para impulsar la construcción de nuevos reactores a través de préstamos estatales y un precio mínimo garantizado por la electricidad producida.
Se trata de una ayuda económica para el equivalente a cuatro grandes reactores (5.000 megavatios) con un precio estimado de, al menos, 400.000 millones de coronas suecas (37 millones de euros), de los que el Estado financiaría el 75 % a través de préstamos en condiciones favorables.
La ley, que entró en vigor el 1 de agosto, no especifica el coste total de los reactores ni establece ningún tope para la cuantía de los préstamos, lo que ha provocado críticas de la oposición, que también denuncia que no se apueste por las energías renovables.
Suecia quiere multiplicar por tres su producción nuclear en las dos próximas décadas para poder duplicar, a su vez, en 2045 la producción eléctrica y asegurar así un suministro más estable. EFE
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