El rey de los belgas consulta a la extrema derecha sobre el futuro gobierno
El rey Felipe de los belgas recibió este miércoles al jefe del partido ultraderechista Vlaams Belang (Interés Flamenco) en el marco de sus consultas sobre la constitución de un nuevo gobierno, por primera vez desde 1936, anunció la Casa Real.
El encuentro anunciado por la oficina del monarca, que rechazó hacer cualquier comentario adicional, se produce después que la formación de extrema derecha pasara de tres a 18 escaños de un Parlamento de 150 en los comicios del domingo.
«Es lo más normal del mundo que el jefe de Estado invite al vencedor de las elecciones», declaró a su llegada al palacio el líder del Vlaams Belang, Tom Van Grieken, de 32 años, quien rechazó «calificar de especial algo normal».
El Vlaams Blok (Bloque Flamenco), formación predecesora del Vlaams Belang, obtuvo el mismo número de escaños en las elecciones legislativas de 2003, pero el entonces rey Alberto II no les incluyó en la ronda de consultas.
«La sola idea de ver llegar al Vlaams Belang al palacio me da escalofríos, pero, visto el resultado democrático en Flandes, nadie se opondrá a que el rey lo reciba», comentó Maxime Prévot, líder de los democristianos francófonos CDH, citado por la agencia Belga.
Para el politólogo belga Vincent Laborderie, la recepción a Van Grieken «es un mensaje enviado tanto a los electores flamencos como a la opinión pública en general para decirles que tiene en cuenta el resultado de las votaciones».
«La verdadera ruptura sería de incluirlos en el gobierno. Esto no pasará», precisó a la AFP este profesor universitario de la Universidad Católica de Lovaina.
Al término de esta primera ronda de consultas con los presidentes de partidos, el rey Felipe debe nombrar un «informador», una especie de mediador, para explorar las pistas posibles para formar un gobierno.
Además del auge de la extrema derecha en la región de Flandes, los comicios del domingo también se saldaron por la progresión de ecologistas y de la izquierda radical en las circunscripciones francófonas.
La N-VA, primer partido del país, cayó a los 25 escaños (-8). Los socialistas francófonos retroceden ligeramente hasta los 20 escaños (-3).
La fragmentación del paisaje político belga augura largas negociaciones para un futuro gobierno en Bélgica, que entre 2010 y 2011 tomaron 541 días.