El Supremo italiano decidirá si extradita al ucraniano acusado de sabotaje del Nord Stream
Roma, 18 nov (EFE).- El Tribunal Supremo de Italia se reúne mañana para decidir si entrega a Alemania al exmilitar ucraniano Sherii Kuznietsov, que se encuentra en una cárcel italiana acusado de participar en el sabotaje del gasoducto ruso Nord Stream en septiembre de 2022.
La audiencia, que no será pública, comenzará a las 11.00 horas locales (10.00 GMT), por lo que el veredicto se prevé por la tarde, explicó a EFE el abogado del ucraniano, Nicola Canestrini.
Kuznietsov, de 49 años, fue arrestado el pasado 21 de agosto en un apartamento turístico de la ciudad italiana de Rimini (norte) cuando pasaba unas vacaciones con su familia, en ejecución de una orden de arresto europea emitida por el Tribunal Federal de Alemania.
Las autoridades alemanas acusan a este antiguo militar de formar parte de un grupo de personas que en septiembre de 2022 hicieron explotar los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el lecho del mar Báltico, una acción enmarcada en la guerra por la invasión rusa de Ucrania.
Desde entonces, Kuznietsov se encuentra encerrado en una prisión de máxima seguridad del norte italiano -su abogado prefiere omitir el lugar- y, aunque a principios de mes comenzó una huelga de hambre, tras doce días ha interrumpido la protesta.
Esta será la segunda vez que la Alta Corte se pronunciará sobre el caso: el 16 de septiembre el Tribunal de Apelación de Bolonia (norte) ordenó la entrega a Alemania del acusado, pero el Supremo anuló este fallo por un error de forma, ordenando repetir el juicio.
El 27 de octubre el tribunal boloñés insistió con un nuevo fallo en la extradición, pero la defensa volvió a recurrir al Supremo, que ahora tendrá que pronunciarse de nuevo.
En caso de que acepte el recurso, podría decretar su salida de prisión u ordenar -de nuevo- la repetición del juicio en Bolonia, mientras que si lo rechaza el preso deberá ser entregado a Alemania en el plazo de 10 días, según explica el letrado.
La estrategia de la defensa para evitar su entrega a los jueces alemanes ha sido apuntalada con siete criterios, como el «derecho» del reo a una audiencia pública, algo que no ha ocurrido, y la presunta falta de garantías en las prisiones alemanas.
El abogado Canestrini además alega que el ucraniano, debido a su rol de militar, está amparado por la ‘inmunidad funcional’ que le protegería de actos cometidos en el ejercicio de sus funciones.
«Si aceptamos la tesis de la acusación y creemos que es culpable, lo sería por actos cometidos siguiendo órdenes. Y no era una orden ilegal porque se trataba de una importante infraestructura del enemigo y no causó muertos o heridos», asevera.
El defensor también cree que la justicia italiana no ha tenido en cuenta el ‘caso polaco’, es decir, que no ha estudiado los motivos por los que el mes pasado un tribunal de Varsovia denegó la entrega a Alemania de Volodímir Z, otro sospecho de participar en el sabotaje de este gasoducto estratégico ruso. EFE
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