
Entrar en Schengen ofrece a Croacia muchas ventajas y un reto: la migración
Vesna Bernardic
Zagreb, 8 dic (EFE).- Una década después de su entrada en la UE, Croacia se incorporará el 1 de enero de 2023 no solo a la zona euro sino también al espacio Schengen, un cambio que aporta muchas ventajas, sobre todo comerciales, pero también el reto de tener que controlar la frontera exterior de la unión.
Los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) dieron este jueves el visto bueno final a la entrada de Croacia en este gran espacio de libre circulación.
Para el gobierno conservador, Croacia pasará a formar parte «de un club de elite, de 15 países que están al mismo tiempo en la UE, la OTAN, Schengen y la eurozona».
Desaparecerán los controles entre las fronteras con Eslovenia y Hungría, mientras que se refuerzan con la vecina Serbia, Bosnia Herzegovina y Montenegro.
Respecto a los aeropuertos, la entrada en Schengen se completará el 26 de marzo.
«Croacia será más fuerte, resistente, protegida, menos expuesta, más atractiva, segura, fiable para todos los que quieren negociar, invertir, y ser turistas en Croacia», llegó a decir el primer ministro Andrej Plenkovic hace unas semanas.
EMPUJÓN TURÍSTICO
Croacia, donde el sector turístico aporta uno de cada cinco euros del Producto Interior Bruto (PIB), será aún más atractiva para los visitantes extranjeros, destaca también el director de la Oficina de Turismo croata, Kristijan Stanicic.
«Además del aspecto de la seguridad, otra ventaja es que los turistas de la UE llegarán a sus balnearios preferidos en Croacia ya sin atascos y largas esperas en las fronteras. Tampoco tendrán que comprar kunas (la moneda nacional)», destaca.
MEJOR TRANSPORTE Y COMERCIO
También la asociación de transportistas por carretera de Croacia (UHCP) se alegra por el cambio.
«Nuestros camiones esperaban en los pasos fronterizos hacia Eslovenia cuatro, seis, incluso diez horas, y algo similar teníamos también en la frontera con Hungría. Esperamos que eso ahora termine», destaca el director de UHCP, Vladimir Jurcec.
La libre circulación de mercancías favorecerá el comercio, según se estima, especialmente si se tiene en cuenta que más del 70 % del comercio exterior de Croacia se realiza con países miembros de la UE.
EL GRAN RETO: LOS INMIGRANTES
Mientras, el país deberá proteger una larga frontera exterior de la UE, con más de 1.350 kilómetros de longitud e impedir allí la entrada de inmigrantes ilegales.
Especialistas de la agencia europea de fronteras (Frontex) han participado en el entrenamiento de unos 6.000 policías croatas que tendrán que controlar los 1011 kilómetros de una frontera con Bosnia-Herzegovina, los 318 kilómetros con Serbia y los 23 con Montenegro.
La ruta balcánica desde el Oriente Medio hacia los países ricos de la UE es un camino tradicional de contrabando y tráfico de personas.
Por eso, Eslovenia advierte de que podría introducir controles de frontera tras la entrada de Croacia en el espacio Schengen en caso de una mayor presión migratoria.
Según datos del ministerio del Interior de Croacia, en 2022 entraron unos 36.000 inmigrantes ilegales, un 145 % más que en 2021.
La ONG croata Centro de Estudios por la Paz (CMS) se opone a la entrada de Croacia en la zona Schengen, ya que denuncia que en la frontera croata se violan de forma sistemática los derechos humanos con ilegales y violentas «devoluciones en caliente».EFE
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