100.000 relojes falsificados destruidos
Cinco toneladas de falsificaciones de relojes suizos fueron públicamente destruidas este miércoles por orden de la Administración Federal de Aduanas.
Este tipo de operación espectacular es un mensaje enviado a los falsificadores cuya actividad aumenta año tras año, causando pérdidas a la rama relojera helvética.
Cerca de 100.000 falsos relojes suizos, imitaciones de las marcas Rolex, Cartier, Rado, Patek Philippe, Pintada Heuer, etc. fueron pasados por una máquina trituradora el miércoles en Cressier, en el cantón de Friburgo.
En Suiza, contrariamente a otros países, la utilización de una apisonadora no está autorizada para este tipo de acción. Por razones ecológicas, los productos tóxicos, particularmente las pilas, deben ser separados de otros materiales.
Las falsificaciones fueron decomisadas en el aeropuerto de Zúrich-Kloten. “Se trata sobre todo de mercancías que se encontraban en tránsito en Suiza”, explica Jean-Daniel Pasche, presidente de la Federación Relojera Suiza (FRS) que organizó esta operación conjuntamente con las aduanas suizas.
Las falsificaciones se multiplican
Esta acción debe “sensibilizar a los consumidores y a las autoridades sobre la plaga de las falsificaciones”. Las imitaciones representan pérdidas estimadas en 800 millones de francos al año.
La amplitud de la piratería adquirió dimensiones considerables. Así, los 26 millones de relojes producidos cada año en Suiza deben hacer frente a los 30 y 40 millones de imitaciones.
Al perjuicio financiero se añade la amenaza sobre los empleos y los daños en términos de imagen para la marca de calidad ‘Made in Switzerland’.
Penalizar las importaciones privadas
“La producción de una falsificación cuesta en término medio entre 3 francos y un máximo de 20 francos. ¡He visitado sitios Internet que vendían hasta a 1.500 francos un reloj de marca suiza!”, explica indignado Laurent Paichot.
Según el jefe del servicio jurídico de la FRS, “los falsificadores privilegian la apariencia y se satisfacen con componentes interiores baratos y de mala calidad”.
Uno de los problemas concierne las importaciones realizadas por particulares, actualmente autorizadas. “Queremos sacar provecho de la revisión de la ley sobre la protección de las marcas para prohibir esta práctica. Hay que enviarles un mensaje claro a los consumidores”, advierte Laurent Paichot.
Todas las marcas concernidas
Los controles aduaneros son efectuados por el CMP, el organismo de control de metales preciosos de las Administración Federal de Aduanas.
Cuando un embargo es efectuado, informamos a las marcas que obligatoriamente deben formular una denuncia para que la confiscación sea definitiva. La destrucción de los relojes puede luego ser contemplada”, explica Daniel Monney, jefe de la Oficina central del CMP.
Los lugares de fabricación se encuentran principalmente en el sudeste asiático, sobre todo en China. Pero Turquía, Italia y España también figuran entre las regiones incriminadas.
Pero ahora todas las marcas son víctimas de la falsificación, desde las más baratas hasta las más prestigiosas y caras. El acceso generalizado a Internet acentuó por supuesto el problema. La Federación Relojera Suiza prevé medidas para luchar contra el tráfico en la Red.
swissinfo y agencias
La relojería suiza produce 26 millones de relojes al año.
Paralelamente, entre 30 y 40 millones de falsos relojes se fabrican anualmente.
Las pérdidas son estimadas en 800 millones de francos.
La industria relojera suiza, que conoció un año negro en 2003, se recupera desde principios de 2004.
En el primer semestre las exportaciones aumentaron un 10%.
La relojería representa un volumen de negocios de diez mil millones de francos anuales.
El 90% de la producción es exportada.
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