TRAVEL_Los mochileros viven como los reyes del castillo
Aunque Suiza puede ser uno de los países más caros del mundo no es necesario ser rico para vivir aquí como un rey.
El país cuenta con una red de hoteles de bajo costo y de albergues para mochileros. Muchos de ellos se encuentran en maravillosos y antiguos edificios e incluso en castillos medievales.
Thomas Krämer, actual Señor del Castillo de Rotberg, remueve una salsa de tomate cremosa y mantiene el ojo vigilante sobre un pote de «pesto».
«Soy el rey del castillo, el rey de la cocina y el rey de los lavabos porque en mi tarea también me corresponde limpiarlos», dice sonriendo. «Con mi esposa tengo que hacer todo aquí, incluso el libro de registros», añade.
Hace 3 años los Krämer asumieron la responsabilidad de este castillo del siglo XIII, con todo lo que eso implica.
En el castillo pueden dormir más de 80 personas y, con frecuencia, es reservado para verdaderos ejércitos de escolares, viajeros solitarios y caballeros andantes.
Exclusivo
El alojamiento exclusivo a bajos precios ha demostrado ser una combinación exitosa para los Albergues de la Juventud y la Asociación de Hoteles para Mochileros, de Suiza.
Los precios van desde los 20 francos suizos (15 dólares) por una noche, hasta menos de 40 francos suizos, con media pensión.
Por ese precio se consigue una cama en un castillo medieval, en un edificio de aduanas del siglo XVII, en una mansión de la «Belle Époque» o en una casa señorial de 500 años de de vida. (Ver: «en breve» y «sitios relacionados»).
A menudo la ubicación de estos albergues es tan excepcional como las mismas construcciones: colgadas sobre cascadas, a orillas de lagos, en medio de antiguas ciudades o, como el Castillo de Rotberg, en las laderas de una montaña.
Los Señores de Rotberg
Situado a 15 kilómetros al suroeste de Basilea, en las montañas del Jura, el castillo fue construido por los Señores de Rotberg que gobernaron en sus propiedades feudales durante no menos de 100 años antes de instalarse en una residencia más confortable en la ciudad de Basilea.
Desde entonces siguieron siglos de negligencia y pillaje. Finalmente el castillo fue restaurado y convertido en un albergue para la juventud durante los años treinta.
«Lamentablemente ningún registro o plano del castillo original sobrevivió. De modo que fue reconstruido utilizando mucha imaginación», explica Corina, la esposa de Krämer.
La tarea de restauración fue encomendada a jóvenes desempleados de Basilea que con éxito convirtieron la ruina en un albergue para la juventud con un toque de la Edad Media.
Los restauradores añadieron puertas pesadas con adornos en hierro trabajado, viejas vigas y postes desechados para devolver la dignidad a la cámara del caballero e incluso instalaron una calefacción central como comodidad moderna.
«Fue reconstruido como un albergue para la juventud; romántico pero práctico», señala Corina mientras maneja un elevador por cable que sirvió para transportar los objetos y equipajes hasta la retirada carretera, abajo.
En esta parte de las montañas del Jura hay una gran densidad de viejos castillos.
Desde el castillo de Rotberg se puede ver la fabulosa ruina de Landskron, justo a través de la frontera con Francia.
Monasterio
Más o menos hacia la época en que los Señores de Rotberg escaparon hacia Basilea, había ocurrido un milagro en el sitio en que se encuentra el monasterio que por ello se convirtió en un lugar de peregrinación.
En la medida en que la importancia del monasterio aumentó, la comunidad de monjes tomó posesión de la propiedad de Rotberg y decidió que la granja era más importante que el castillo. Los monjes restauraron los edificios con bloques de piedra y otros materiales tomados de ésta.
Una vez más el monasterio y el castillo son independientes uno del otro. El primero atrae cada año 150.000 peregrinos mientras el castillo atrae a aquellos que buscan una experiencia medieval.
«Solíamos vivir en un pequeño apartamento y nunca soñamos con vivir en un castillo, pero ahora que estamos aquí no puedo imaginarme viviendo en ningún otro lugar», afirma Thomas.
«A veces tuve miedo durante el primer año que estuvimos aquí, cuando sólo estábamos los dos en el apartamento de nuestro castillo mirando hacia la alta torre. No quería ir sola allí, pero ahora aquí me siento en casa», recuerda Corina.
swissinfo, Dale Bechtel, en el Castillo de Rotberg
(Traducción: J.Ortega)
Hay cerca de 60 albergues para jóvenes dispersos en todo el país.
La Asociación suiza de mochileros cuenta con más de 20 hoteles miembros.
Construcciones del legado histórico convertidas en hoteles y albergues para excursionistas operan en todo el país. Figuran entre ellas:
El Castillo de Rotberg, construido por los Señores de Rotberg hacia el año 1200. Ha funcionado como hotel durante casi 70 años y tiene más de 80 camas.
El Hostal de Schaffhausen. La casa señorial del siglo XVI mira sobre las cataratas del Rin y fue inmortalizada por Hermann Hess en su novela «Rosshalde», de 1914.
La histórica casa de aduanas y comercio de Solothurn, situada en la parte vieja de la ciudad del mismo nombre, convertida en hostal hace 9 años.
El Hotel para caminantes de Leysin, construido en el siglo XIX cuando Leysin fue un importante centro de cura. La casona tiene 38 camas y está cerca a los remontes de esquí de la localidad.
Riviera Lodge, en Vevey. La casa del ayuntamiento en las orillas del Lago Lemán, fue completamente renovada en 1997 y ofrece alojamiento para más de 60 personas.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.