Martínez (CGT) quiere generalizar las huelgas contra la reforma de Macron
Ángel Calvo
París, 16 ene (EFE).- El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) francesa, Philippe Martínez, evita el término de huelga general para referirse a la movilización del día 19 contra la reforma de las pensiones impulsada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pero espera una “generalización de las huelgas” para obligarle a renunciar.
“El objetivo es mucha gente en la calle, mucha gente en huelga para que, como en 1995, la reforma no salga adelante”, explicó Martínez en una entrevista a EFE en vísperas del pulso que se anuncia entre el conjunto de los sindicatos franceses y el Gobierno de Macron.
En las protestas que se organizaron tras el anuncio en noviembre de 1995 por el entonces primer ministro, el conservador Alain Juppé, de una reforma de pensiones que al final tuvo que retirar por la respuesta en la calle, se contabilizaron entre uno y dos millones de manifestantes en un solo día.
El líder del que es el segundo sindicato francés, pero el más potente en algunos sectores cruciales para paralizar el país como la compañía de ferrocarriles SNCF o las refinerías, señala que en Francia, a diferencia de lo que ocurriría en España, no se habla de huelga general para una convocatoria como la del jueves para todos los sectores.
Entre otras cosas porque insiste en que no son los sindicatos, sino los trabajadores en las asambleas generales de cada empresa los que deciden las modalidades y las condiciones de las protestas.
Por eso mismo, rechaza la fórmula de que “es la CGT la que bloquea el país”, porque no es su sindicato el que decide por su cuenta. Pero añade que se están organizando paros que se pueden reanudar día tras día, con carácter en la práctica indefinido, y “creo que eso está bien”.
UNIÓN EXCEPCIONAL DE TODOS LOS SINDICATOS
Destaca que todos los sindicatos se han unido en la convocatoria del próximo jueves, algo “excepcional” en Francia, dada la habitual diferencia entre el tono más tajante de la CGT y el más reformista de la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT).
El secretario general de la CGT afirma que todos los sindicatos están comprometidos “en una movilización importante y no veo por qué no vamos a ir hasta el final, es decir, hasta el abandono de esta ley injusta”.
Martínez se opone a la reforma de Macron, que pretende retrasar la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 65 con el objetivo de que el régimen pueda estar equilibrado desde el punto de vista financiero en el horizonte de 2030 porque si sale adelante “todo el mundo va a trabajar más tiempo”.
“NO PASAR DEL TRABAJO AL CEMENTERIO”
Es más, lo que quiere es que esa edad mínima de jubilación vuelva a bajar a los 60 años “para no pasar directamente del trabajo al cementerio”.
Sobre el dinero para financiarlo, insiste en que “en Francia hay mucho”, y la prueba es que los accionistas de las empresas del CAC-40, el índice de referencia de la Bolsa de París, van a repartir 82.000 millones de euros en dividendos a cuenta de 2022.
El Consejo de Orientación de las Pensiones (COR), un organismo público independiente que elabora previsiones para contribuir al debate, calcula que después del superávit de los dos últimos años, el régimen de pensiones francés pasará a números rojos, que serán de entre 10.000 y 15.000 millones de euros anuales para 2030.
El secretario general de la CGT se queja de que ésta de Macron es la sexta reforma de las pensiones desde 1993 que está basada en elevar la edad de jubilación o aumentar el periodo de cotización para recibir una pensión completa, lo que muestra que “sólo se piden esfuerzos a los trabajadores, nunca al capital”.
MACRON “AMIGO DE LOS CAPITALISTAS”
“Macron es amigo de los capitalistas y defiende a sus amigos”, subraya antes de insistir en que “hay que hacer un reequilibrio entre lo que pagan los trabajadores y las trabajadoras y el capital” y, por ejemplo, “tomar una parte de esos 82.000 millones” de dividendos para financiar las pensiones.
En cuanto a la negativa del presidente francés a un incremento de las cotizaciones patronales con el argumento de que Francia ya es uno de los países europeos con los costes laborales más elevados y de que hay riesgo de pérdida de competitividad de sus empresas, el sindicalista replica que su país es también uno de los que tiene la productividad más elevada del mundo.
También se muestra en favor de una armonización de los sistemas de pensiones y de protección social en la Unión Europea inspirado en el principio de solidaridad que rige en Francia, donde cada uno “cotiza según sus medios y se recibe según sus necesidades”. EFE
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