Fuego a la puerta de casa en Portugal

Carlos García García

Penamacor (Portugal), 29 jul (EFE).- Todo es desolación y cenizas alrededor de la casa de Filipe, un residente de Aldeia de João Pires, en Portugal, cerca de la frontera con la provincia española de Cáceres, donde la ayuda de sus vecinos evitó que las llamas del incendio declarado en esa zona alcanzaran su vivienda.

«Una miseria, el viento se levantó y no pudimos hacer nada, una desgracia», lamenta en declaraciones a EFE Filipe, quien asegura que el fuego llegó hasta 20 metros de su casa.

Aldeia de João Pires se encuentra en la zona de Penamacor, uno de los tres grandes incendios que se desarrollan en Portugal y donde los bomberos todavía se afanan en apagar las llamas, aunque ya está controlado.

De hecho, desde Bemposta, no muy lejos de Aldeia de João Pires, se aprecian dos columnas de humo que cada vez se hacen más grandes por el viento. Pese a que toda esta zona es un valle, el humo puede verse a 30 kilómetros de distancia.

Y es que el calor, la baja humedad y el fuerte viento han creado las condiciones ideales para la propagación de este fuego, que alcanzó velocidades de hasta 3.500 metros por hora y ha quemado 511 hectáreas hasta las 08.00 hora local (07.00 hora GMT) de hoy.

Según pudo constatar EFE, los bomberos han creado cortafuegos y perímetros en torno a los rescoldos para evitar que se reactiven las zonas apagadas.

Una excavadora trabaja en determinados puntos estratégicos para cavar zanjas e impedir la propagación.

Durante la noche el fuego llegó hasta las puertas de la iglesia de Aldeia de João Pires.

João Frazão, dueño de un terreno, recuerda que pasó una noche horrible «cercado por las llamas», que finalmente se apagaron solas porque el viento cambió de dirección y su casa pudo salvarse.

«Vino aquí un comando de la Guardia Nacional Republicana, fueron ellos quienes salvaron la casa», dice Frazão apesadumbrado.

Tras horas de lucha intensa contra el fuego, el alcalde de Penamacor, António Luís Soares, apuntó a EFE que ha sido «muy difícil por el viento», pero que afortunadamente todo acabó bien, que es lo más importante.

«Se ha quemado terreno agrícola, algunos almacenes agrícolas también y muchos árboles: olivos, alcornoques y pinos», remarcó.

Según la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil lusa (ANEPC), los incendios en Portugal de Penamacor y de Ponte da Barca, cerca la frontera con Extremadura y Galicia (España), respectivamente, están controlados, mientras que preocupa el de Arouca, en el distrito luso de Aveiro.

La Protección Civil espera que el fuego de Penamacor entre en «fase de resolución en las próximas horas», mientras que en el de Ponte da Barca, próximo a Galicia, afrontan algunas dificultades en su extinción.

El de Penamacor comenzó ayer, sobre las 16.36 hora local (15.36 hora GMT), y debido a la velocidad del viento, que aceleró su propagación a 3.500 metros por hora, ha quemado 511 hectáreas hasta el momento.

Todavía están allí desplegados 414 bomberos, con 131 vehículos y nueve medios aéreos. EFE

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