
Hamás tilda el cierre de la mezquita de Al Aqsa de «provocación peligrosa» tras ataque
Jerusalén, 13 jun (EFE).- Hamás calificó este viernes de «provocación peligrosa» el cierre de la mezquita de Al Aqsa en la Ciudad Vieja ocupada de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado para el Islam, después de que sus accesos fueran cerrados esta madrugada tras el ataque israelí contra Irán.
El cierre de estas mezquitas «es una peligrosa provocación, un flagrante asalto a la santidad de los lugares santos y un intento desesperado que no conferirá legitimidad alguna a su ocupación», consideró el grupo islamista palestino.
Además, Hamás pidió que se «adopten medidas inmediatas» para proteger «todos los lugares santos islámicos y cristianos de Palestina, de los planes de la ocupación de judaizarlos y borrar sus hitos religiosos e históricos».
El Ejército israelí desalojó el recinto sagrado al alba, tras anunciar Israel su ataque contra altos cargos militares y científicos nucleares, al que le siguió una respuesta de Irán lanzando un centenar de drones que fueron interceptados por Israel fuera de su espacio aéreo.
La Explanada de las Mezquitas aún permanece cerrada, como también lo están la de Ibrahimi en Hebrón, las escuelas israelíes o el aeropuerto de Ben Gurión, en Tel Aviv.
Alrededor de las 3:00 de la madrugada hora local (00:00 GMT) se escucharon fuertes explosiones en el centro de Teherán. Poco después, sonaron las alarmas antiaéreas a lo largo de todo Israel.
Medios iraníes apuntaron que unas 70 personas han muerto en Irán y más 300 resultaron heridas en Irán en los ataques de Israel, según datos que no han sido confirmados por las autoridades.
Las autoridades iraníes sí han confirmado la muerte de altos cargos militares iraníes como el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el general Mohamad Hosein Baqerí; el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salamí, y el jefe de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, el general Amir Ali Hajizadeh.
A ellos se sumó el general Gholam Ali Rashid, responsable de la importante base aérea Khatam ol-Anbiya, y al menos seis científicos nucleares en unos ataques sin precedentes. EFE
jer-ime/pms/vh