HRW acusa a Israel de usar «fuerza excesiva» en los disturbios de mayo en Lod
Jerusalén, 14 dic (EFE).- Las fuerzas del orden de Israel hicieron «un uso excesivo de la fuerza» para dispersar las «protestas pacíficas de palestinos» en Lod durante los disturbios civiles que tuvieron lugar en esa ciudad mixta el pasado mayo, según un informe publicado hoy por Human Rights Watch (HRW).
La violencia étnica en esos disturbios, entre los días 10 y 17 de mayo, se cobró la vida de un ciudadano árabe y otro judío, y se produjo en paralelo a la tensión en Jerusalén este ocupado -por la amenaza de desalojo de familias palestinas y por las cargas policiales en la Explanada de las Mezquitas- y a la escalada bélica con las milicias de la Franja de Gaza, en la que los dos lados cometieron crímenes de guerra, como ya documentó HRW.
«La policía en Lod pareció actuar con desgana y de manera desigual ante la violencia contra los ciudadanos palestinos de Israel cometida por ultranacionalistas judíos. Las declaraciones públicas de altos funcionarios israelíes parecían alentar respuestas discriminatorias por parte de las autoridades y el poder judicial», señala la organización.
HRW entrevistó entre julio y octubre a una decena de residentes de Lod, incluidos un concejal, un exconcejal, familiares de víctimas y dos testigos judíos; además de analizar vídeos publicados en las redes sociales; pruebas que indicaron que «la respuesta policial tuvo lugar en medio de la discriminación sistemática que practica el gobierno israelí contra los ciudadanos palestinos de Israel en muchos otros aspectos de sus vidas».
«Las autoridades israelíes respondieron a los eventos de mayo en Lod dispersando por la fuerza a los palestinos que protestaban pacíficamente, utilizando una retórica incendiaria y sin actuar de manera imparcial cuando los ultranacionalistas judíos atacaban a los palestinos», asegura Omar Shakir, director de Israel y Palestina de HRW.
Lod, una ciudad mixta en el centro de Israel, ha experimentado la creciente influencia de un grupo ultranacionalista, el Garin Torani, que ha tratado de promover la identidad judía de la ciudad en medio de una discriminación de larga data contra los ciudadanos palestinos del país, explica la organización.
En 2013, un presunto simpatizante de Garin Torani, Yair Revivo, fue elegido alcalde por el partido Likud y ha servido de forma ininterrumpida desde entonces.
HRW también denuncia que las autoridades y los tribunales israelíes manejaron de manera totalmente diferente las muertes de los dos civiles en las protestas: en el caso del palestino Musa Hassuna, asesinado en una escaramuza, todos los sospechosos judíos fueron liberados bajo fianza en menos de 48 horas alegando defensa propia y la investigación se cerró sin cargos contra ellos en menos de seis meses.
Respecto a la muerte del judío Yigal Yehoshua -una piedra le impactó en la cabeza mientras conducía- ocho palestinos sospechosos de arrojarla llevan meses detenidos, a la espera de ser procesados por varios cargos, incluido «asesinato como acto de terrorismo».
«Si bien las víctimas fueron asesinadas en diferentes circunstancias, una en medio de una escaramuza y la otra mientras conducía a casa, ambos casos son confusos y se basan en pruebas limitadas e inconclusas. Sin embargo, uno dio lugar a acusaciones y el otro no», aclara HRW.
La situación en Lod, Jerusalén este y Gaza en mayo provocó protestas callejeras de palestinos en otras ciudades mixtas de Israel, como Jaffa, Ramle o Haifa, y en Cisjordania ocupada, que las autoridades israelíes también «dispersaron por la fuerza».
Tras los disturbios de mayo, durante unas dos semanas, las fuerzas de seguridad detuvieron a 2.142 personas en todo Israel y Jerusalén Oriental, el 90 % palestinos. De los 154 detenidos solo en Lod, 120 eran árabes. EFE
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