Irak anuncia elecciones legislativas para junio de 2021

Irak organizará elecciones legislativas anticipadas el 6 de junio de 2021, anunció el viernes el primer ministro Mustafá al Kazimi, que había prometido esos comicios a principios de mayo, cuando asumió el poder tras meses de una revuelta popular contra la corrupción.
«Queda fijada la fecha del 6 de junio de 2021 para la celebración de las elecciones legislativas», declaró Kazimi en un discurso televisivo.
El primer ministro, que también es el jefe de los servicios de inteligencia, añadió que las autoridades harán «todo lo que sea necesario para proteger estas elecciones y que sean un éxito».
Kazimi llegó al poder sustituyendo a Adel Abdel Mahdi con el encargo de dirigir un gobierno de transición mientras se organizaban esas elecciones, una de las demandas de la revuelta popular que estalló en octubre.
Las últimas elecciones legislativas iraquíes se celebraron en mayo de 2018. Las próximas estaban previstas para mayo de 2022, pero el gobierno aceptó adelantarlas.
Durante meses, centenares de miles de personas invadieron las calles de Bagdad y de otras ciudades para exigir el fin del régimen y la salida de la dirigencia política.
Los manifestantes denunciaban tanto la corrupción como el ineficiente sistema de reparto de cargos en función de pertenencias étnicas o confesionales.
El gobierno propuso al parlamento una nueva ley electoral para intentar apaciguar la revuelta. La ley fue votada rápidamente, pero la sección que detalla las modalidades de voto y las circunscripciones no ha sido aún finalizada, alertan expertos y diplomáticos.
Además, la Alta Comisión Electoral, que supervisa las elecciones en Irak, está controlada por los grandes partidos políticos y a veces acusada de parcialidad. Su papel en la organización de las próximas elecciones no es claro aún.
Respecto a los manifestantes de octubre, no han tratado hasta ahora de organizarse como fuerza política para representar sus reivindicaciones como partido político.
Kazimi prometió de nuevo esclarecer los actos de violenta represión al movimiento (560 muertos, 30.000 heridos). La ONU atribuyó secuestros y asesinatos a «milicias».
– Crisis y marasmo –
La misión de la ONU en Irak saludó el anuncio de Kazimi, al considerar que una elección anticipada responde a una «petición fundamental» del pueblo.
Señaló que está dispuesta a «dar un apoyo y consejos técnicos» para «elecciones libres, equitativas y creíbles». Kazimi mencionó la presencia de «observadores internacionales» para estas elecciones.
Las legislativas de 2018 estuvieron marcadas por una abstención récord: la participación alcanzó 44,52%, según cifras oficiales que muchos consideran infladas.
Los electores dieron la espalda a los grandes partidos históricos y votaron mayoritariamente por el líder chiita Moqtada Sadr, exjefe de milicia aliado a los comunistas en torno a un programa anticorrupción, así como por los exparamilitares proiraníes de Hachd al-Chaabi, que ahora hacen parte del Estado.
El gobierno de Kazimi heredó un país debilitado.
Dos años después del fin de la guerra contra los yihadistas, tras décadas sucesivas de violencia y conflictos, Irak se encuentra en un marasmo político y económico y presionado de un lado por Estados Unidos y de otro por Irán.
En plena pandemia mundial de Covid-19, el segundo productor de la OPEP debe enfrentar además la crisis sanitaria del coronavirus y la baja de los precios del petróleo.