Los sindicatos en Italia justifican la huelga general por la falta de diálogo
Roma, 7 dic (EFE).- Los sindicatos italianos CGIL, el mayor del país, y UIL justificaron hoy la huelga general del 16 de diciembre contra los presupuestos generales de 2022 por la falta de diálogo con el Gobierno italiano que, según ellos, no les involucra en las negociaciones de las medidas.
El Ejecutivo italiano ha diseñado unos presupuestos, que aún tienen que ser aprobados en el Parlamento y que prevén, entre otras cosas, una reducción del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) -que beneficiará sobre todo a las rentas medias y altas, y no tanto a las bajas- y del gravamen regional sobre las actividades productivas (IRAP) por un valor total de 8.000 millones de euros.
El secretario general de CGIL, Maurizio Landini, explicó en una comparecencia que el Gobierno primero diseñó estas rebajas y después se las comunicó, sin negociaciones de ningún tipo, y que a su juicio los 8.000 millones dedicados a recortes fiscales “deben ir exclusivamente a los trabajadores y pensionistas”, y no a las empresas.
“El Gobierno dice que los presupuestos son expansivos, ¿para quién? No se sale de la pandemia con las mismas injusticias de antes, sino con un nuevo modelo social, en el que el trabajo sea estable”, añadió.
Además de la cuestión fiscal, los sindicatos piden desde hace tiempo una reforma estructural de las pensiones y garantías de que jóvenes y otros colectivos con contratos precarios recibirán una retribución digna al final de su vida laboral, ya que en Italia el cálculo de la pensión a la que se tiene derecho está vinculado a la cotización pagada durante la vida laboral y no a los salarios de los últimos periodos cotizados, como ocurre en España.
Este año termina el llamado sistema “cuota 100”, que permite la jubilación a quienes cumplidos 62 años hayan cotizado al menos 38, pero para el 2022 el Ejecutivo de Mario Draghi ha establecido la “cuota 102” (64 años de edad y 38 de contribución) y ha invitado a los agentes sociales a negociar un mecanismo que aplicar para 2023 en adelante.
Landini criticó que Roma se diga disponible a dialogar una reforma de las pensiones, pero que todavía no haya convocado a los agentes sociales.
La huelga ha “sorprendido” al Gobierno, especialmente al Partido Demócrata (PD, centroizquierda), y su “mente” económica, Antonio Misiani, ha destacado que se ha “trabajado constantemente para mantener abiertos los debates entre el gobierno y los interlocutores sociales”.
Otros partidos de la coalición, como Italia Viva, del ex primer ministro Matteo Renzi, o la ultraderechista Liga han sido más duros y han dicho que no es el momento de convocar huelgas.
El paro no contará con el respaldo del segundo mayor sindicato del país, Cisl, que en una nota ha argumentado que ve “incorrecto recurrir a la huelga general y radicalizar el conflicto en un momento tan delicado para el país”, cuando intenta consolidar la recuperación económica tras el impacto de la pandemia. EFE
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