
José Sócrates, de hacer historia en unas elecciones a hacerla en el banquillo
Lisboa, 3 jul (EFE).- Desde dar al Partido Socialista (PS) de Portugal su primera mayoría absoluta a convertirse este jueves en el primer exjefe de Gobierno en ser juzgado han pasado 20 años para José Sócrates, que si algo ha demostrado durante este tiempo, es su tensón para defender su presunción de inocencia y su gusto por el circo mediático.
Sócrates apareció hoy solo, caminando a pie, en el Campus de Justicia de Lisboa, donde se encuentra la sede del Tribunal Central Criminal que lo enjuicia, más de una década después de su detención en el aeropuerto de la capital.
Se le veía relajado y no rehuyó las preguntas de los medios de comunicación, e incluso se recreó en sus respuestas a los periodistas.
En algún momento, esbozó una sonrisa y repitió que no oía las preguntas de la multitud de informadores que lo esperaban fuera del juzgado.
Ya dentro, se enfrentó a la jueza que preside el caso, Susana Seca, por haberse ido al baño sin solicitar autorización y llegó a encararse con ella por tener que pedir permiso.
De 67 años y de profesión ingeniero civil, José Sócrates Carvalho Pinto de Sousa (Vilar de Maçada) fue nombrado en 1995 secretario de Estado de Medio Ambiente del Ejecutivo del entonces primer ministro socialista António Guterres, actual secretario general de la ONU, y fue ascendido a titular de esa cartera en 1999.
Tras la derrota socialista en los comicios de 2002, Sócrates se convirtió en comentador de la cadena de televisión pública RTP y dos años más tarde fue elegido secretario general de su partido.
En 2005 fue vencedor en la elecciones legislativas con mayoría absoluta, la primera en la historia del PS portugués. En 2009 fue reelegido, esta vez sin mayoría absoluta, para una legislatura marcada por la crisis financiera internacional que desembocó en una moción de censura que hizo caer a su Gobierno.
Ya fuera del Gobierno, el 21 de noviembre de 2014 fue detenido a su llegada del aeropuerto de Lisboa en una acción sin precedentes en Portugal, lo que marcó el inicio de una larga batalla jurídica, la bautizada como la Operación Marqués.
La Fiscalía cree que Sócrates recibió hasta 34 millones de euros en sobornos entre 2006 y 2015 a través de diferentes negocios relacionados con el Grupo Espírito Santo y Portugal Telecom, el Grupo Lena y el proyecto turístico Vale do Lobo.
En concreto, habría actuado en beneficio del Grupo Lena, que tiene actividades en el sector de la construcción, la energía y los servicios, entre otros, para que consiguiese diversos negocios gracias a su mediación, como contratos en Venezuela o la concesión para una línea ferroviaria de alta velocidad.
El proceso tiene 22 cargos contra el ex primer ministro, aunque existe una pieza separada con tres acusaciones de blanqueamiento de dinero que la jueza no ha querido juntar al caso que comenzó hoy.
Esa veintena de cargos están relacionados con delitos de corrupción pasiva, fraude fiscal y blanqueamiento.
La corrupción pasiva está relacionada con los sobornos que habría recibido Sócrates, mientras que el fraude fiscal estaría explicado porque el ex primer ministro nunca habría declarado a la agencia tributaria como rendimientos 23 millones de euros que habría cobrado por esas actividades ilícitas.
El blanqueamiento viene por la creación de una red para esconder el origen ilegal de los fondos obtenidos, a través de falsos contratos, sociedades ‘offshore’ e intermediarios.
Hace dos días, Sócrates anunció en una rueda de prensa en Bruselas la presentación de una denuncia contra el Estado portugués ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo, por cómo se ha procedido en el caso contra él en Portugal.
Junto a él, hay otros 21 sospechosos formales, como el expresidente del Banco Espírito Santo (BES) Ricardo Salgado, el exministro socialista Armando Vara, el supuesto testaferro de Sócrates, Carlos Santos Silva; o su exmujer Sofia Fava.
Según datos publicados por el semanario Expresso, que cita el Consejo Superior de la Magistratura, esta investigación ha pasado por 300 jueces y Sócrates ha presentado un total de 50 recursos, en los que en 10 se le dio la razón.
El caso ocupa 209 volúmenes y se calcula que tiene un total de 62.000 páginas. EFE
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