Juan Carlos I sobre su nieto Froilán: «Una satisfacción que ilumina mi día a día»
París, 4 nov (EFE).- El rey Juan Carlos confiesa en sus memorias vivir mal su «exilio» en Abu Dabi, que define «casi como un encarcelamiento» en el que destaca la presencia de su nieto mayor, Felipe Juan Froilán, a quien llama Felipe y que considera «una satisfacción que ilumina el día a día».
«El divorcio de sus padres y una cierta falta de autoridad paterna le condujeron a una vida desvergonzada (…) Alimentaba la crónica de sucesos con un comportamiento poco ejemplar. Iba de fiesta en fiesta, de discoteca en discoteca, metiéndose en peleas y con malas compañías», señala el anterior monarca español en su libro de Memorias «Reconciliación», que llega este miércoles a las librerías francesas.
Tras haber sido convocado por Felipe VI «para sermonearle», Juan Carlos le propone irse a vivir con él a Abu Dabi, primero en su propia casa y, posteriormente, en un estudio en el centro de la ciudad.
«Podía ayudarle a encontrar trabajo y un apartamento», asegura el rey Juan Carlos, que señala que el primer día fue a desayunar con él a las 7 de la mañana, «la hora a la que normalmente se acostaba».
«En un día se acomodó a una vida sana y recta. Empezó a hacer deporte y régimen. Se dedicó intensamente a su trabajo. Se ocupaba de la logística de la COP28. Era el primero en llegar al despacho y el último en marcharse», afirma sobre su nieto el padre de Felipe VI.
Juan Carlos asegura que no dudaba de sus capacidades, pero que le sorprendió «que en un tiempo récord pudiera sufrir una metamorfosis».
«Le acogí bajo mis alas y le di un marco estable y la oportunidad de construirse un destino. Ha tomado su impulso y su camino con total independencia», agrega el anterior monarca español, que con ese servicio asegura haber «evitado una preocupación a la Corona y haber ayudado a la familia».
El rey emérito, que asegura que «nada produce más satisfacción que tener a su nieto al lado», afirma que le da consejos de vestimenta -«en vano»- y de cocina: «Hazte huevos fritos, son buenos y fáciles. No olvides poner un poco de aceite de oliva cuanto calientes la sartén».
«Mi papel era antes ocuparme de los demás. Ahora es él quien se preocupa por mí. Los papeles se han cambiado. Su compañía me alegra y su amabilidad me emociona. Pese a las vicisitudes de la Corona seguimos siendo una familia», dice. EFE
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