La presidenta de Kosovo espera que España apoye sanciones comunitarias a Serbia

Granada, 5 oct (EFE).- La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, dijo este jueves que espera que España apoye que la Unión Europea (UE) dicte sanciones contra Serbia en represalia por el reciente asalto armado en el norte de su país, del que responsabiliza a Belgrado.

Pese a que España es uno de los cinco miembros de la UE que no reconoce la independencia de Kosovo, Osmani reiteró hoy en Granada su petición de que Los Veintisiete sancionen a Serbia y a su presidente, Aleksander Vucic, y resaltó que el ataque armado perpetrado el pasado 24 de septiembre por un grupo de paramilitares serbokosovares, que se saldó con la muerte de un policía kosovar y cuatro asaltantes, supuso un riesgo para la estabilidad de Europa.

«España es un país que está contribuyendo a la paz y la estabilidad en todo el continente europeo. Espero que entiendan que apoyar a un agresor del que hay pruebas claras desde el 24 de septiembre no va a contribuir a la paz y la estabilidad», declaró Osmani a la prensa en Granada, donde participa en la III cumbre de la Comunidad Política Europea.

«Espero que España se una a otros países europeos con ideas afines para adoptar medidas contra Serbia por este acto horrendo que ha cometido no sólo contra Kosovo, sino contra la paz, la estabilidad y la seguridad en todo el continente europeo», insistió.

El ataque de una treintena de paramilitares fue organizado por un conocido empresario serbokosovar, quien ha reconocido su responsabilidad el mismo.

Milan Radoicic, exlíder adjunto del partido «Lista Serbia», el principal partido serbokosovoar apoyado por Belgrado, se encuentra en Serbia en libertad tras haber sido interrogado por la Fiscalía.

El Gobierno serbio niega cualquier implicación en el ataque o en su preparación, de lo cual Pristina asegura tener pruebas, como imágenes tomadas desde drones que muestran entrenamientos de los paramilitares en territorio serbio poco antes del asalto.

Kosovo, una antigua provincia serbia, declaró su independencia de Serbia en 2008, que Belgrado y la minoría serbia kosovar no reconocen.

La UE y Estados Unidos median desde hace años entre las partes, en un difícil intento de logar al menos un acuerdo vinculante que normalice sus relaciones bilaterales.

El reciente violento incidente ha supuesto una seria escalada de las tensiones y ha dejado en punto muerto esas arduas negociaciones entre Belgrado y Pristina, lanzadas en 2011 bajo la mediación de la UE.

Osmani condicionó hoy una posible reanudación de las mismas a la imposición de medidas punitivas contra Serbia.

«No hay razón para reunirse antes de que se adopten sanciones contra Serbia y Vucic primero, y luego podemos hablar del resto», dijo la mandataria. EFE

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