La principal coalición chií de Irak busca alianzas para formar un Gobierno sin demoras
Bagdad, 18 nov (EFE).- La coalición chií iraquí ‘Marco de Coordinación’, ganadora de las elecciones legislativas, inició este martes negociaciones con otros bloques para formar un Gobierno sin demoras y evitar que se repita la parálisis de más de un año que vivió el país tras los comicios de 2021.
«El ‘Marco de Coordinación’ se reunió anoche y decidió formar el bloque mayoritario e iniciar un diálogo con los demás bloques políticos en el espacio iraquí para formar las tres jefaturas» de Estado, Gobierno y Parlamento, dijo el primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, en un foro político del Kurdistán iraquí.
Además, en la reunión que los líderes de la alianza mantuvieron en Bagdad, Al Sudani fue reelegido para encabezar el nuevo Ejecutivo, según reveló él mismo.
El ‘Marco de Coordinación’ está formada por el partido Reconstrucción y Desarrollo de Al Sudani, que obtuvo 46 de los 329 escaños del Parlamento, y también la integran otras formaciones proiraníes como la coalición Estado de Derecho, del ex primer ministro Nuri al Maliki, con 27 escaños, y la Organización Badr, con 21.
Esta cuenta con un brazo armado, al igual que Sadiqun, de Qais al Khazali, declarado como terrorista por Estados Unidos, y que sumó 28 escaños.
En total, la suma de asientos que podría sumar el ‘Marco de Coordinación’ se situaría en 180, según estimaciones de medios iraquíes.
Mientras que la coalición liberal suní Taqqadum, del expresidente del Parlamento Mohamed al Halbusi, obtuvo 36 escaños y se posicionó en segundo lugar tras el partido de Al Sudani, y las dos principales formaciones kurdas, el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), obtuvieron 26 y 15 legisladores, respectivamente.
«Todos los partidos políticos están interesados en respetar los plazos constitucionales» para la formación del nuevo Gobierno tras los comicios, que contaron con una participaron de más del 56 % de los alrededor de 21 millones de iraquíes con derecho a voto, aseguró Al Sudani.
Según la Constitución iraquí, una vez anunciados los resultados electorales -que se dieron a conocer anoche-, y tras su ratificación por el Poder Judicial, el Parlamento debe celebrar su primera sesión en un plazo de 15 días para eligir a un presidente y dos vicepresidentes del Parlamento.
Posteriormente el Legislativo elegirá a un nuevo jefe de Estado en un plazo de 30 días, con al menos dos tercios de sus miembros, para que éste encargue la formación de gobierno al aspirante a primer ministro que cuente con más apoyo.
En total, la Constitución iraquí fija un plazo de 155 días desde el anuncio de los resultados para el proceso de elección de estas tres posiciones, pero se puede alargar en caso de desacuerdo entre las alianzas políticas sobre la figura del primer ministro.
En los anteriores comicios de 2021, en los que ganó el Bloque Sadrista del influyente y polémico clérigo chií Muqtada al Sadr, que rivaliza con el ‘Marco de Coordinación’ y boicoteó las elecciones del 11 de noviembre, el proceso se complicó y duró más de un año.
«Estas elecciones se desarrollaron en un clima de estabilidad y transparencia, y las quejas no han sido mayores, lo que se considera como un indicio más de que los bloques políticos están interesados en alcanzar un acuerdo lo antes posible para la formación del Gobierno», recalcó Al Sudani.
Las elecciones de la semana pasada fueron las sextas desde la caída del dictador Sadam Husein en abril de 2003 tras la invasión de Irak liderada por Estados Unidos, a partir de la que se estableció que la jefatura de Estado va a los kurdos, la del Gobierno a un chií y la del Parlamento a un árabe suní. EFE
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