La reforma de las jubilaciones crea nuevo disenso en el Gobierno alemán
Berlín, 17 nov (EFE).- La reforma de las jubilaciones en Alemania generó un debate interno dentro de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido del canciller Friedrich Merz, después de que las juventudes de la formación rechazaran un acuerdo entre los líderes de la coalición de Gobierno y amenazaran con hacerlo naufragar.
La mayoría de la coalición en la Cámara Baja del Parlamento es de doce votos, con lo que si los 18 diputados de la Joven Unión (JU), donde están organizadas las juventudes cristianodemócratas, se declarasen en rebelión el proyecto no podría ser aprobado.
El proyecto de ley fue aprobado en su momento de forma unánime por el Consejo de Ministros, por lo que su rechazo sería un duro golpe para el Gobierno y sería la segunda vez, tras el fracaso de la elección de una juez para el Tribunal Constitucional (TC) en julio, en la que un compromiso refrendado por Merz fracasaría ente la resistencia de su propio grupo parlamentario.
La rebelión de los jóvenes
La crítica de la JU se centra en un punto del acuerdo según el cual el nivel de las jubilaciones públicas se debe mantener estable al menos hasta 2031 en un 48 % del promedio del salario.
Ello implica un gasto adicional para el seguro de pensiones calculado en 120.000 millones de euros.
Ese paso no estaba originalmente en el acuerdo de coalición pero, a petición del Partido Socialdemócrata (SPD), fue aceptado por la CDU y su partido hermano bávaro, la Unión Socialcristiana (CSU).
A cambio, el SPD aceptó incluir en el proyecto la idea de la «jubilación activa» -a propuesta de la CDU- que prevé que las personas que hayan alcanzado la edad de jubilación y sigan trabajando puedan deducirse hasta 2.000 euros de los impuestos, al margen de que cobren o no su pensión.
La JU sostiene que, debido al cambio demográfico y al envejecimiento de la población, el mantenimiento del nivel de las jubilaciones implicará costos ante todo para las generaciones jóvenes.
La CDU/CSU ha procurado separar el tema en dos partes. Por una parte, el compromiso con el SPD, que ve como un arreglo provisional para los próximos años, y por otra la perspectiva de una reforma de gran calado que deberá esbozarse en una comisión creada por el Gobierno para ese propósito.
Merz se manifestó este lunes en un foro organizado por la ‘Süddeutsche Zeitung’ en contra de un mantenimiento a largo plazo del nivel de las jubilaciones públicas porque, dijo, eso implicaría, debido al cambio demográfico, aumentar drásticamente las cotizaciones o incrementar la aportación de Hacienda al seguro de jubilaciones.
«Sabemos que el nivel de las jubilaciones públicas no puede mantenerse a largo plazo, ya que eso implicaría un aumento en las cotizaciones o un aumento en la aportación del Fisco al seguro de pensiones, por lo que serán necesarias correcciones a partir de 2031» en una reforma, dijo.
La resistencia socialdemócrata
Merz apuntó a la necesidad de fortalecer los otros dos pilares de la jubilación que son los planes privados de pensiones y los planes subvencionados por las empresas.
Para el SPD, sin embargo, como lo subrayó este lunes el secretario general de la formación, Tim Klüssendorf, el mantenimiento del nivel de las jubilaciones públicas es clave puesto que de ellas depende en la vejez la mayor parte de la población.
«Para nosotros está claro que las pensiones públicas son el instrumento en el que la mayor parte de la gente piensa cuando se trata de asegurar su vejez. Mantener el nivel de las pensiones en el 48 % del salario neto es clave para que la gente pueda vivir de su jubilación», dijo Klüssendorf en una rueda de prensa tras una reunión de la cúpula del partido.
Klüssendorf también dijo que no se podía pensar en las pensiones sólo como un gasto que se podía recortar, ya que se trata de algo por lo que la gente ha trabajado, y agregó que aquellos que llevan con mayor énfasis el debate sobre posibles recortes son justamente gente que por su posición social y económica no depende de las jubilaciones públicas.
Asimismo, rechazó que se trate de un asunto entre viejos y jóvenes sino entre ricos y pobres.EFE
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