
La victoria de Erhürman en el norte de Chipre devuelve impulso al plan de reunificación
Flora Alexandrou
Nicosia, 20 oct (EFE).- La victoria este domingo del socialdemócrata y proeuropeo Tufan Erhürman en las elecciones presidenciales de la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (RTNC) reaviva la opción de retomar negociaciones sobre la reunificación de la isla y muestra que los turcochipriotas desafían la tutela de Turquía.
Erhürman logró el 62,8 % de los votos y se impuso así ya en primera vuelta, frente al 35,8 % del actual presidente, el nacionalista pro turco Ersin Tatar, que defiende la idea de dos Estados totalmente separados para las comunidades griega y turca de la dividida isla.
El presidente electo, líder del Partido Republicano Turco (CTP), centró su campaña en reactivar el diálogo entre las dos comunidades y en volver al marco federal establecido por las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Tatar, en cambio, prometió continuar su política de «solución de dos Estados» que aplicó en los cinco años de su mandato con el apoyo de Ankara y que acentuó el aislamiento político del norte.
La isla mediterránea de Chipre está dividida desde 1974, cuando las tropas turcas invadieron el tercio norte, en respuesta a un golpe de Estado de nacionalistas grecochipriotas, y fomentaron la creación de la República Turca del Norte de Chipre, que proclamó unilateralmente su independencia en 1983, sin reconocimiento internacional.
En el sur, la República de Chipre, de cultura griega, es miembro de la Unión Europea desde 2004 y tiene el euro como moneda.
Por qué ganó Erhürman
Fiona Mullen, directora del centro de análisis político Sapienta Economics, en Nicosia, opina que el resultado electoral refleja un cambio profundo en el ánimo político, económico y social de la comunidad turcochipriota.
Los votantes, considera esta analista, expresaron su hartazgo ante las políticas aislacionistas que, bajo Tatar, alinearon al norte con el Gobierno islamista turco y erosionaron su identidad secular y autónoma.
Una injerencia, según Mullen, que llegó al punto de influir en las elección de la cúpula del UBP, el partido derechista de Tatar, lo que ha generado molestia en algunos sectores de esa formación, tradicionalmente pro turca.
En el plano económico, el desempleo juvenil del 16,9 %, la dependencia estructural de Ankara -de donde procede el 70 % del PIB- y la falta de oportunidades laborales impulsaron una ola de voto de protesta, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
En septiembre de 2025, la inflación interanual llegó al 39,2 %.
Los jóvenes, en particular, mostraron su cansancio ante el autoritarismo y la creciente influencia de Turquía, y respaldaron a Erhürman por su visión reformista y europeísta.
El triunfo del líder del CTP abre así una oportunidad de reunificación, aunque también plantea un desafío para los grecochipriotas.
«Ahora hay que ver si (Níkos) Christodoulides (el presidente de la República de Chipre) está dispuesto a dar los pasos necesarios”, advirtió Mullen.
Turquía: influencia creciente
Mehmet Ali Talat, presidente de la RTNC entre 2005 y 2010, afirmó recientemente que la influencia de Turquía ha alcanzado niveles sin precedentes y que los dirigentes locales «obedecen por completo las demandas de Ankara».
Según diferentes analistas políticos, la injerencia de Ankara en los procesos electorales de la RTNC no es nueva: comenzó en 2020 y continuó en 2025 mediante una intensa campaña de propaganda en favor del candidato nacionalista.
Frente a ello, Erhürman optó por una estrategia de centroizquierda prudente, evitando la confrontación directa y ampliando su base electoral entre votantes moderados y desencantados con la actual situación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, felicitó a Erhürman y reiteró que Turquía «seguirá defendiendo los derechos e intereses de la RTNC junto a nuestros hermanos turcochipriotas en todos los frentes».
Christodoulides, por su parte, expresó su deseo de reunirse con el nuevo presidente lo antes posible, reiteró su disposición a reanudar los contactos para solucionar la división de la isla que se interrumpieron en 2017 y dijo que la solución debe basarse en las resoluciones de Naciones Unidas y en los valores de la Unión Europea.
La ONU y la UE respaldan una solución bizonal y bicomunal basada en la integridad territorial y la coexistencia pacífica de ambas comunidades.
Según diversos analistas, este modelo podría incluso fortalecer los lazos entre Turquía y la Unión Europea, contribuir a la estabilidad regional y resolver disputas marítimas en el Mediterráneo oriental derivadas, entre otras cosas, por la existencia de yacimientos de gas submarinos.
Como futuro presidente de la RTNC, Erhürman será quien decida y represente la posición turcochipriota en una eventual negociación de reunificación con la República de Chipre
El principal reto de Erhürman será transformar su amplio respaldo interno en una influencia diplomática, persuadir a Ankara de flexibilizar su postura y reconstruir la confianza entre las dos comunidades.
«Turquía tendrá que reconocer que el mantra de los ‘dos Estados’ no ha funcionado. La UE nunca reconocerá a la RTNC, así que eso no puede presentarse como una esperanza para nadie”, opina Mullen. EFE
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