Las mujeres mariachi se abren paso en la tradición musical mexicana
«Estamos tomando las riendas». Con sus guitarrones y sus vestidos bordados, las mujeres mariachi van ganando terreno en esta famosa música mexicana, tradicionalmente interpretada por varones.
La música mariachi, que la Unesco reconoció en 2011 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, suele ser cantada por bandas masculinas, reconocibles por sus trajes de «charro» y sus sombreros de ala ancha.
Estos conjuntos tocan temas tan archiconocidos como «Cielito lindo» o «Volver, volver».
Pero desde hace tiempo, hay cada vez más grupos compuestos sólo por mujeres, que buscan mostrar su pasión por esta música y romper los estereotipos de este género.
En el Festival de la Mujer Mariachi Europa, celebrado este fin de semana en París, participaron cuatro de estas bandas femeniles: las mexicanas Flor de Agave (Guadalajara) y Cielito Lindo (Durango), la británica Las Adelitas y la francesa Arrieras Somos.
«Siento que hay muy pocas mujeres en escena. Y creo firmemente que tenía que abrir un espacio para las mujeres, en este caso en este género [el mariachi], porque es al que yo me dedico», dice a AFP Alicia Leos para explicar por qué fundó en 2020 Arrieras Somos, de la que es vocalista.
Esta emprendedora mexicana, que vive en París desde hace dos décadas, es la organizadora del festival, el primero de este tipo en Europa, y que ya está en su segunda edición.
– «Inspiramos» –
La formación británica Las Adelitas fue creada en 2013 por Anna Csergo quien, como otras mariachis, también trabajó previamente en bandas masculinas.
«A veces era difícil tener mi propia voz dentro de las agrupaciones. Sentí que estaba más como un adorno que como una voz», recuerda esta mujer de origen italo-húngaro que vivió en México.
Por eso fundó el grupo, pionero en Europa.
Las mujeres mariachi, con su música y sus imponentes trajes bordados, «demuestran que estamos tomando las riendas […] que tenemos la fuerza», afirma esta violinista. «Inspiramos a mujeres diciendo que una sí puede hacer lo que quiera en la vida», agrega.
Según Csergo, una agrupación femenina trabaja de forma diferente a los conjuntos de varones.
«Tomamos decisiones más en grupo, cada una es escuchada», dice. «Si tiene una idea, una propuesta o un problema, se toma en cuenta».
Para las hermanas Esmeralda y Rubí Corona, ambas trompetistas, fundar Flor de Agave en 2019 supuso crear «un grupo completamente de mujeres, dirigido por mujeres, guiado solamente por mujeres», que se hace cargo de todo, desde la parte musical a la administrativa.
– «Sí, señora» –
A nivel musical, estos grupos adaptan las tonalidades a las voces femeninas y tocan temas del repertorio clásico mariachi y también canciones propias. En algunos casos, versionan letras para adecuarlas a temáticas feministas.
Es el caso del clásico «Yo soy el aventurero», sobre un hombre mujeriego a quien «el mundo le importa poco» y que advierte a sus suegros que «si traen a sus hijitas, las cuiden o no respondo». Alicia Leos cambió la letra para decir que «soy la ‘aventuarriera’ y al patriarcado le respondo que ya no toquen a nuestras hijas o prometo que sí respondo».
También transformó el tradicional «sí, señor», una réplica utilizada a menudo en las canciones, por «sí, señora».
Aunque este fenómeno de bandas femeniles parece reciente, no lo es tanto, y ya había mujeres mariachis a principios del siglo XX en Ciudad de México, explica Cándida Jáquez, profesora en etnomusicología en el Scripps College, y colaboradora en estudios de género aplicados en la Universidad de Claremont, California.
A mediados de siglo, surgieron los primeros grupos exclusivamente femeninos, como Las Coronelas o Estrellas de México.
«Lo que sabemos es que gran parte de la historia del mariachi femenino fue completamente borrada, tanto en Estados Unidos como en México, y que sus historias no se contaron», afirma la experta.
Afortunadamente, dice, hay muchas investigadoras que están trabajando en estos archivos, realizando entrevistas e indagando. «Esa historia está saliendo a la luz, pero a veces todavía se desestima».
es/pc