Las primeras lluvias del otoño llegan por fin a Irán tras mes y medio de sequía
Teherán, 15 nov (EFE).- Las primeras lluvias otoñales cayeron este sábado sobre varias ciudades de Irán, tras más de un mes y medio sin precipitaciones y en medio de la crisis hídrica que afecta a gran parte del país y que ha obligado al racionamiento de agua en Teherán.
Las mayores precipitaciones se han registrado hoy en el oeste de Irán, después de uno de los periodos secos más prolongados de los últimos años, anunció la Organización Meteorológica iraní, según informó la agencia SNN.
La ciudad de Sardasht encabezó los registros con 11,5 milímetros de lluvia, seguida de Badreh con 8,3 y Piranshahr con 4,7.
Decenas de ciudades más, como Tabriz, Kermanshah y Urmia, también registraron precipitaciones, mientras que en Teherán, que sufre una grave escasez de agua, aún no ha caído ni una gota, dejando las principales presas que abastecen a la capital iraní a menos del 5 % de su capacidad.
La prolongada ausencia de lluvias había incrementado la preocupación pública y de expertos ante el riesgo de una intensificación de la sequía. Ante esta situación, en muchas ciudades del país, incluida Teherán, se celebraron esta semana rezos colectivos para pedir lluvia.
Según la Organización Meteorológica, el sistema frontal avanzará el domingo hacia zonas del centro-norte del país, por lo que ha pronosticado lluvias en las provincias de Teherán, Qom y Alborz, entre otras.
Irán enfrenta su sexto año consecutivo de sequía, algo que no ocurría desde hace seis décadas.
El Centro Nacional de Predicción Meteorológica de Irán reportó recientemente que desde comienzos del otoño las precipitaciones han disminuido un 85,7 % en todo el país y un 95,8 % en la capital en comparación con el promedio histórico.
Ante este escenario, medios iraníes han informado de racionamientos de agua en diversas zonas de Teherán en la última semana.
Además de Teherán, otras 50 ciudades del país afrontan una grave escasez de agua, según datos recientes del Ministerio iraní de Energía. EFE
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