Latinoamérica mira a China ante el impacto del «meteorito Trump»
Judith Mora
Londres, 9 dic (EFE).- América Latina tenderá a reforzar sus vínculos con China, ya consolidada como principal inversor de Sudamérica, si el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, insiste en una política «punitiva» y sin incentivos para la región, declaró este martes a EFE Daniel Linsker, directivo de la consultora Control Risks.
Linsker evaluó el impacto del «meteorito Trump» en la presentación en Londres del informe ‘LatAm Outlook 2026’ del centro de estudios británico Canning House, que analiza los desafíos y oportunidades para el subcontinente.
El analista explicó que la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Washington vuelve a colocar al «hemisferio oeste», o América, en el centro, pero no desde la cooperación sino desde la presión: sanciones, designación de carteles como terroristas y la exigencia de definir una política sobre China.
Según Linsker, esta lógica de «conmigo o con Pekín» resultará casi imposible de asumir en un continente donde la potencia asiática no solo domina el comercio, sino que mantiene dos décadas de inversiones estratégicas en infraestructuras y recursos naturales.
«Si EE.UU. no ofrece algo positivo, la región simplemente seguirá donde ya está: con China», afirmó.
El ‘shock’ de un ataque a Venezuela
El experto advirtió además de que un eventual uso de ataques aéreos selectivos contra Venezuela para desestabilizar el régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, tendría un impacto psicológico y político «muy fuerte» en toda América Latina.
«El día que haya bombardeos en la región, Estados Unidos perderá una enorme legitimidad: sería un golpe muy duro a su poder blando y empujaría aún más a los países latinoamericanos hacia China», dijo a EFE.
El informe subraya que el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero de 2025 marcó «un cambio significativo» en la política estadounidense hacia América Latina, con un enfoque «más asertivo».
Según el estudio, los líderes latinoamericanos respondieron de distintas maneras, dado que las divisiones internas impidieron una postura unificada.
Mientras algunos, como Nayib Bukele en El Salvador y Javier Milei en Argentina, se alinearon estrechamente con Trump, otros, como Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil y Gustavo Petro en Colombia, adoptaron enfoques más pragmáticos u opositores.
Oportunidad en la diversificación
Ante las presiones de Trump y la creciente influencia de China, muchas naciones latinoamericanas buscan ahora «diversificar sus relaciones internacionales», con la mira en países del Golfo, India y el Sudeste asiático, aunque el potencial para el intercambio comercial, por el tipo de productos, es limitado, indica el documento.
Al mismo tiempo, América Latina, rica en recursos alimentarios y energéticos, atrae inversión de otros países en vías de desarrollo, como Vietnam, lo que «refleja un cambio en la dinámica económica mundial».
Según el informe, Latinoamérica mantendrá una expansión moderada en 2026, con Argentina proyectando un crecimiento del 3,9 %, Brasil un 1 %, Colombia un 1,9 %, México un 1,3 %, Chile un 1,7 % y Perú un 2,6 %.
Los autores subrayan que la región tiene «potencial para revitalizar su economía», impulsada por la demanda de alimentos y minerales estratégicos, así como por oportunidades vinculadas a la transición energética.
No obstante, el estudio alerta sobre la persistencia de riesgos de seguridad, con violencia organizada y grupos criminales en países como México, Colombia, El Salvador o Ecuador, lo cual, dicen, «dificulta la gobernabilidad y afecta la inversión». EFE
jm/rb/fpa