Londres rechaza la oferta de Teherán de intercambiar presas

Foto difundida por la campaña "Liberen a Nazanun", el 23 de agosto de 2018, en la que aparecen Nazanin Zaghari Ratcliffe y su hija Gabriella en Damavand, Iran afp_tickers

El ministro británico de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, rechazó el jueves la oferta de Teherán de realizar un intercambio de presas que incluyera a una iraní-británica encarcelada en Irán, afirmando que se trata de una estrategia diplomática «ruin».

El jefe de la diplomacia iraní, Mohamed Javad Zarif, propuso el miércoles en Nueva York poner en libertad a esa ciudadana iraní-británica, Nazanin Zaghari-Ratcliffe, a cambio de que Estados Unidos abandonasen los cargos contra una iraní presa en Australia, Negar Ghodskani, de la que se busca su extradición.

Hunt consideró que hay «una enorme diferencia» entre las dos. «La mujer encarcelada en Australia se enfrenta un procedimiento judicial en su debida forma y es sospechosa de haber cometido un delito muy grave», dijo a los periodistas en Londres. «Nazanin Zaghari-Ratcliffe es inocente», afirmó, «no ha hecho nada malo».

Empleada de la Fundación Thomson Reuters, vinculada a la agencia de noticias canadiense-británica del mismo nombre, Nazanin Zaghari-Ratcliffe, de 40 años, fue arrestada el 3 de abril de 2016 en el aeropuerto de Teherán en compañía de su hija Gabriella, luego de visitar a su familia.

Fue condenada en septiembre de 2016 a cinco años de prisión por participar en las manifestaciones de 2009 para derrocar al régimen, acusaciones que ella niega. Hasta el momento, Londres no ha logrado su liberación.

«Lo que resulta inaceptable en lo que Irán está haciendo es poner a gente inocente en prisión y usarlos como tácticas de presión», denunció Hunt. «Me temo que eso es lo que está pasando con este caso. Dicen: sólo liberaremos a esta mujer británica inocente si hacen algo diplomáticamente conveniente para nosotros».

Negar Ghodskani, de nacionalidad iraní, fue arrestada en Australia en 2017. Estados Unidos está buscando obtener su extradición. Residente en Australia, está acusada por la justicia estadounidense de intentar adquirir tecnología digital estadounidense pretendiendo ser empleada de una empresa en Malasia, con el objetivo de entregarla a la empresa iraní Fanamoj.