Los antiguos rescatistas de las áreas opositoras se integran en el nuevo Gobierno de Siria
Beirut, 3 jun (EFE).- Los conocidos como cascos blancos, durante años la organización de rescatistas que operaba en las áreas de Siria en manos de la oposición, se integraron este martes en el nuevo Gobierno creado en el país a raíz del derrocamiento del régimen de Bachar al Asad hace medio año.
«Con esta decisión, los programas de respuesta de emergencia serán transferidos al Ministerio de Gestión de Emergencias y Desastres, garantizando la unificación y desarrollo de los esfuerzos a nivel nacional dentro del marco institucional gubernamental», anunció la hasta ahora ONG en un comunicado.
«Además, los otros programas y carteras de la organización, incluyendo justicia, rendición de cuentas y promoción, serán transferidos a los ministerios y entes gubernamentales apropiados de acuerdo a sus respectivos mandatos», agregaron los cascos blancos en su nota.
Una defensa civil no oficial
Hasta el derrocamiento de Al Asad, este grupo de 3.000 rescatistas fundado en Turquía en 2013 actuaba como una suerte de defensa civil en las regiones del país que entonces escapaban al control de Damasco, concentradas en las provincias noroccidentales de Idlib y Alepo.
Respondían ante accidentes de tráfico o desastres naturales, pero sobre todo ayudaban a las víctimas de los bombardeos y ataques terrestres perpetrados por las fuerzas del anterior régimen y su aliada Rusia contra estas áreas, donde también ellos eran objetivo de la violencia.
«Antes era muy arriesgado, porque si respondías a ataques podías morir en lo que llamamos dobles bombardeos. Más de 300 de nuestros voluntarios murieron, la mayoría asesinados en ataques dobles a lo largo de estos diez años», alertaba a EFE el miembro de su junta directiva Ammar al Salmo el pasado enero.
Por aquel entonces, en medio del caos de los días y semanas siguientes a la caída del que fuera presidente sirio durante casi un cuarto de siglo, los cascos blancos estaban expandiendo su presencia por toda Siria y apostándose en las estaciones de bomberos del anterior régimen para adoptar una misión más amplia.
Sin embargo, hasta hoy, seguían siendo una organización no estatal, pese a ocuparse de los servicios de emergencia, marcar las zonas minadas, desescombran la destrucción de la guerra o manejar las fosas comunes halladas con supuestas víctimas de los órganos de seguridad de Al Asad.
Una pista en marzo
La «histórica» decisión fue tomada durante una asamblea general de la organización el pasado fin de semana en Damasco, donde la mayoría de sus miembros dieron luz verde a una integración «total» en el seno del Gobierno sirio, según el comunicado emitido por el grupo de rescatistas.
Fue su primera reunión anual en la capital siria desde que fueran fundados en los primeros años de la guerra que estalló en el país a raíz de la revueltas populares contra Al Asad en 2011 y ha marcado el comienzo de una nueva era para una organización que se hacía llamar ‘Defensa Civil Siria’ pero aún no tenía tal estatus.
Todo ello se produce después de que el hasta entonces líder de los cascos blancos, Raed al Saleh, ya fuera nombrado el pasado marzo como ministro de Gestión de Emergencias y Desastres de Siria, durante el anuncio del esperado nuevo Gobierno de transición escogido para liderar el país tras el la caída del régimen.
Precisamente, fue Al Saleh quien este martes anunció por parte de las autoridades que la organización que encabezó hasta hace apenas dos meses pasará a formar parte de las instituciones estatales con el objetivo de fortalecer las operaciones de respuesta, informó la agencia oficial de noticias siria, SANA.
Una vez se completen sus proyectos ya en marcha, cualquier iniciativa posterior de la organización será implementada por el Ministerio con financiación pública, ya que, según explicó su antiguo líder, está previsto terminar «gradualmente» con los fondos que recibe de algunos países.
«Esta decisión (…) refleja un compromiso sincero con la carta de principios que firmamos hace una década, afirmando que nuestra misión humanitaria no termina salvando vidas durante un conflicto, sino que continúa con la participación activa en la construcción de una Siria estable, próspera y pacífica», concluyeron los cascos blancos en su nota. EFE
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