Los cultivos de hoja de coca en Bolivia se incrementaron un 10 % en 2024, según la ONU
La Paz, 15 dic (EFE).- Los cultivos de hoja de coca en Bolivia registraron un incremento de 10 %, al pasar de las 31.000 hectáreas en 2023 a 34.000 en 2024, informó este lunes la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, en inglés).
Estos datos están en el ‘Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2024’ en Bolivia elaborado por el organismo, con financiación de la Unión Europea (UE), y que fue presentado con la participación de los ministros bolivianos de Exteriores, Fernando Aramayo, y de Gobierno (Interior), Marco Antonio Oviedo.
La representante del organismo en Bolivia, la colombiana Mónica Mendoza, recordó que la superficie autorizada es de 22.000 hectáreas, por lo que «el excedente (…) alcanza las 12.000 hectáreas».
Los principales aumentos se dieron en la zona central del Trópico de Cochabamba, donde la superficie se incrementó en 18 %, de 12.125 hectáreas en 2023 a 14.275 en 2024, y en la zona subtropical de los Yungas de La Paz, que subió un 4 %, de 18.439 a 19.230 hectáreas.
En el norte del departamento de La Paz hubo una disminución de 2 %, de 486 a 478 hectáreas, y también se reportó un descenso del 12 % en las áreas protegidas y parques nacionales, de las 583 hectáreas registradas en 2023 a 515 en 2024.
El informe también da cuenta de una disminución en 2,9 % en la superficie de cultivos ilícitos destruidos, de 10.302 hectáreas alcanzadas en 2023 a 10.001 el año pasado.
La Unodc recomendó al Gobierno de Rodrigo Paz continuar fortaleciendo las estrategias de control, sobre todo en las áreas protegidas, y considerar la realización de estudios para actualizar la información sobre la demanda de consumo interno con fines lícitos, entre otras recomendaciones.
La hoja de coca en Bolivia está consagrada en la Constitución vigente desde 2009 por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para la fabricación de cocaína.
En 2017, en el Gobierno de Evo Morales (2006-2019), se promulgó una ley que amplió la superficie legal en el país de 12.000 a 22.000 hectáreas.
En 2013, Bolivia se volvió a adherir a la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961, con una reserva para permitir dentro de su territorio el acullico o masticado de la hoja de coca, una costumbre que se extendió desde las zonas rurales a las ciudades en los últimos años.
El Gobierno de Luis Arce (2020-2025) buscó que el arbusto salga de la lista de estupefacientes, para lo que pidió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una «revisión crítica» de sus propiedades medicinales.
A principios de mes, se conoció que la OMS decidió mantener la hoja de coca en la Lista I de la Convención contra las drogas, al concluir que su fácil conversión en cocaína y el gran aumento de la producción mundial de esa droga suponen un riesgo para la salud pública. EFE
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