Los habitantes de Nápoles salen a la calle tras varios terremotos sin daños

Roma, 14 abr (EFE).- Varios terremotos registrados en las últimas horas en la zona de Nápoles (sur de Italia), el más fuerte con una magnitud de 3,7, han mantenido despiertos a sus habitantes, muchos de los cuales salieron esta mañana a las calles por temor a nuevas sacudidas, aunque por el momento no se han registrado daños, informaron las autoridades italianas. El temblor de mayor intensidad, que tuvo una magnitud 3. 3 y su hipocentro se localizó una profundidad de unos 3 kilómetros, se registró esta mañana a las 9.44 horas locales (7.18 GMT) y solo dos minutos después tuvo lugar otra sacudida de 3,1, reveló el Instituto Nacional de Geofisica y Vulcanología (INGV). El epicentro de los seísmos, entre los más fuertes registrados en la zona en los últimos 20 años, se ha localizado junto a los Campos Flegreos, una amplia área situada en un antiguo volcán en el golfo de Pozzuoli, al oeste de la ciudad de Nápoles, donde también se han sentido con fuerza los temblores. «Las sacudidas registraron (una intensidad de) entre 3,1 y 3,7. Por el momento no se han reportado daños en las salas de operaciones de los bomberos. Se están realizando intervenciones para abrir las puertas de las viviendas que quedaron rápidamente durante los temblores», indicaron los bomberos en la red social X. Los movimientos sísmicos comenzaron después de la medianoche, cuando una serie de pequeños temblores sacudieron la zona de Baia, mientras que los de esta mañana se sintieron con mayor fuerza en la zona de Solfatara y llevaron a muchos vecinos a salir de sus casas. Los Campos Flegreos, conocidos desde la antigüedad por su gran actividad volcánica, son una gran caldera volcánica con decenas de cráteres en la periferia norte de Nápoles que no para de humear y rugir y que en los últimos tiempos ha desatado incontables terremotos. Esto se debe a que en la panza de estos campos «ardientes», como los bautizaron los antiguos colonos griegos, hay una masa de magma a unos 5 kilómetros de profundidad que emana gas, dilatando la rocosa corteza terrestre y causando las sacudidas en la superficie. EFE mr/ig