Los países de África austral reiteran la necesidad de enviar tropas al este de la RD Congo

Luanda, 4 nov (EFE).- Los líderes de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC) reiteraron hoy la necesidad de enviar tropas para imponer la paz en el este de la República Democrática del Congo (RDC), zona sacudida por la violencia de un centenar de grupos armados, pero no dieron fecha para el despliegue.

Al término de una cumbre extraordinaria celebrada en Luanda, los líderes de ese bloque regional integrado por dieciséis países expresaron su «preocupación por el deterioro de la situación humanitaria y de seguridad en el este» de la RDC.

En un comunicado conjunto, los mandatarios también manifestaron su inquietud por «la reanudación de los ataques y la ocupación del territorio» por parte del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), en «clara violación del alto el fuego».

La cumbre, según la nota, proporcionó «orientación estratégica sobre el despliegue de la Misión de la SADC en la República Democrática del Congo (SAMIDRC) para restaurar la paz y la seguridad en el país».

Entre los jefes de Estado que asistieron a la cumbre en la capital angoleña figuraron los presidentes de Angola, João Lourenço; RDC, Félix Tshisekedi; Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; Tanzania, Samia Suluhu Hassan; Zambia, Hakainde Hichilema; y Zimbabue, Emmerson Mnangagwa.

La SADC aprobó el pasado mayo el despliegue de fuerzas del bloque en el este de la República Democrática del Congo.

No está claro si las tropas del bloque se sumarían a la fuerza regional desplegada a finales del año pasado por la Comunidad del Este de África (EAC), integrada por efectivos de Kenia, Burundi, Uganda y Sudán del Sur.

La cumbre tuvo lugar un día después de que la Misión de Estabilización de la ONU para la RDC (Monusco) y el Ejército congoleño lanzaran este viernes una operación conjunta para impedir que el M23 capture ciudades clave en el este del país.

En los últimos meses, se han producido enfrentamientos entre el M23 y grupos armados afines al Ejército en los territorios de Masisi, Rutshuru y Nyiragongo, en la provincia noroccidental de Kivu del Norte, que han provocado el desplazamiento de unas 300.000 personas.

Según Naciones Unidas, casi un millón de personas en esa provincia se visto desplazado por el conflicto actual, que empezó en 2022.

El M23 resurgió en marzo de 2022 tras varios años de escasa actividad y en pocos meses ocupó numerosas áreas y localidades estratégicas en el este de la RDC, si bien se retiró de algunas de esas zonas a mediados de este año por la presión de la EAC.

Sus combates se reactivaron a comienzos del pasado mes, esta vez contra otros grupos rebeldes que colaboran con el Ejército congoleño para impedir el avance de esos insurgentes, tras meses de relativa calma.

Las ofensivas del M23 también han desencadenado una escalada de tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo, extremo que las autoridades ruandesas siempre ha negado, pese a que al menos dos informes de la ONU lo han confirmado.

Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país de origen.

Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército congoleño, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco). EFE

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