
Los yazidíes, la minoría de Irak más perseguida por el grupo EI

En 2014, el grupo Estado Islámico (EI) invadió el monte Sinjar, en el noroeste de Irak, cometiendo actos brutales contra sus habitantes, los yazidíes.
Esta pequeña minoría etnoreligiosa, autárquica y poco conocida, se volvió así tristemente célebre como la más perseguida por los yihadistas, que redujeron a sus mujeres a la esclavitud sexual, enrolaron por la fuerza a niños soldado y mataron en masa a los hombres.
– Religión esotérica ancestral –
El yazidismo, nacido en Irán hace más de 4.000 años, es una religión monoteísta, no proselitista y endogámica.
Sus fieles, kurdófonos, rezan en dirección al sol y veneran a siete ángeles, el primero de ellos Melek Taous, el «ángel pavo real».
Los orígenes de su fe se encuentran en el zoroastrismo y en el culto a Mitra, pero con el paso del tiempo fueron integrando elementos del islam y del cristianismo.
Así, los bebés son bautizados con agua bendita, los niños son circuncidados y los hombres pueden casarse con hasta cuatro mujeres.
Su lugar más sagrado es el Lalish, un conjunto de mausoleos con cúpulas cónicas rodeados de fuentes que descienden por las montañas del noroeste de Irak, y que los fieles recorren descalzos.
A su cabeza se encuentra un Alto Consejo Espiritual de cinco miembros, entre ellos el príncipe de los yazidíes y Baba Sheij, su guía espiritual.
Los matrimonios entre castas -sheij, pir y murid- están prohibidos.
– Los yazidíes en cifras –
De los 1,5 millones de yazidíes que hay en el mundo, la comunidad más grande se encontraba en Irak, con 550.000 miembros hasta 2014.
El grupo EI empujó al exilio a 100.000 de ellos y otros 360.000 viven actualmente hacinados en campos de desplazados.
En la actualidad, 150.000 yazidíes viven en Alemania, mientras que otras familias fueron a otros países de Europa o a América del Norte.
Apenas unos pocos miles de yazidíes regresaron al arrasado Sinjar, donde la mayoría de servicios públicos aún no se restablecieron.
– «Genocidios» –
Las creencias y prácticas de los yazidíes -como la prohibición de comer lechuga y de llevar color azul- son consideradas satánicas por sus detractores.
Los musulmanes ortodoxos consideran el pavo real como una figura diabólica y a los yazidíes se los ha etiquetado de «adoradores del diablo».
En su calidad de iraquíes no árabes y no musulmanes, son desde hace tiempo una de las minorías más vulnerables del país. Miles de familias huyeron de Irak debido a las persecuciones bajo el régimen de Sadam Husein (1979-2003), especialmente a Alemania.
La Constitución iraquí de 2005 reconoció su derecho a practicar su culto y les reservó una cuota de representantes electos.
Los yazidíes aseguran haber sobrevivido a 74 «genocidios». Antes de las acciones del EI, 250.000 yazidíes murieron en otras masacres hace varios siglos, según el Alto Consejo Espiritual.
– Martirizados por el EI –
En agosto de 2014, el grupo Estado Islámico cometió en Sinjar unos actos constitutivos de genocidio, según la ONU.
De acuerdo con sus autoridades religiosas, más de 1.280 yazidíes fueron asesinados, cientos de niños quedaron huérfanos y se destruyeron casi 70 templos.
Más de 6.400 yazidíes fueron secuestrados por el EI y solo unos 3.300 de ellos -principalmente mujeres y niños- fueron rescatados o pudieron huir. La suerte de los otros sigue siendo un misterio.
En Sinjar se identificaron más de 70 fosas comunes, de 12 de las cuales se extrajeron los restos de decenas de víctimas, en el marco de una investigación de la ONU.
Algunas mujeres que dieron a luz a niños de padres yihadistas debieron dejarlos en Siria, ya que la comunidad yazidí rechaza a cualquier niño nacido de un padre que no pertenezca a la comunidad.