
NRC alerta de brotes de cólera tras recortes que dejan a 300.000 somalíes sin agua potable
Nairobi, 18 ago (EFE).- El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) advirtió este lunes que los brotes de cólera y diarrea acuosa aguda se están expandiendo en Somalia debido a los recortes en la financiación humanitaria que garantizaba el acceso a agua potable, lo que ha dejado a unas 300.000 personas sin agua limpia.
“Con apenas una fracción de los fondos solicitados a inicios de este año para Somalia cubierta, el colapso de los servicios de agua, saneamiento e higiene está acelerando la propagación de enfermedades prevenibles como el cólera y la diarrea acuosa aguda”, indicó el NRC en un comunicado.
Según la organización noruega para los refugiados, la mayoría son familias desplazadas que viven en asentamientos superpoblados y en comunidades rurales de todo el país, dónde la financiación para agua y saneamiento se sitúa en menos del 12% de lo necesario.
A principios de 2025, la ONU solicitó 1.420 millones de dólares estadounidenses para asistir a 4,6 millones de personas en Somalia, pero los recortes generaron que las agencias humanitarias apenas puedan asistir a 1,3 millones de personas con un coste de 367 millones de dólares.
“Estos recortes están costando vidas. Ya estamos viendo un aumento mortal de las enfermedades transmitidas por el agua, especialmente entre los niños menores de cinco años. Las familias caminan durante horas para encontrar agua, a menudo sucia e insegura, porque los puntos de agua de los que dependían se han secado”, dijo el director de país del NRC en Somalia, Mohamed Abdi.
Entre enero y julio de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizó nueve muertes, unos 6.550 casos de cólera y diarrea acuosa y al menos 1.000 nuevos contagios solo en el último mes.
Casi dos tercios de los casos recientes fueron considerados graves, y la mitad afectaron a niños menores de cinco años.
Estos brotes coinciden con el cierre de unos 150 centros médicos por el colapso de los sistemas de agua y saneamiento, mientras que en el Estado del Suroeste de Somalia, los equipos móviles de salud pasaron de 74 a 25 con grandes franjas de la población sin acceso a atención médica.
Las regiones más golpeadas incluyen Bay, Bakool, Gedo y Bajo Shabelle, en el sur, así como Galgaduud, Hiraan y Mudug, en el centro, que dependían de sistemas de agua gestionados por humanitarios y ahora están inoperantes por falta de fondos.
Además de la sequía que redujo el caudal de los pozos de agua y las perforaciones, los precios del agua en estas áreas subieron de 70 a 130 dólares cada 10.000 litros, algo inasequible para la mayoría.
“Estamos viendo el costo humano de la inacción todos los días: en el sufrimiento de niños demasiado débiles para caminar, en los bidones vacíos y en las muertes evitables por enfermedades transmitidas por el agua. Esta es una catástrofe provocada por el ser humano que aún puede prevenirse”, afirmó Abdi. EFE
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