Mejorar sinergias en el Ministerio de Exteriores

Reorganización de la cartera de Micheline Calmy-Rey. Keystone

La Conferencia anual de Embajadores que se desarrolla desde este lunes en Berna, tiene nuevos integrantes: los responsables de la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo en funciones en el Exterior.

Una decisión de la Ministra de Relaciones Exteriores, Micheline Calmy Rey.

“Varios diplomáticos me lo han dicho: temen que la reforma del ministerio le dé mucho poder a la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo”, advierte el parlamentario suizo Jacques-Simon Eggly.

La participación de los jefes de secciones de la Agencia Suiza par la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE) marca la primera etapa de una reforma del Ministerio de Exteriores deseada por la ministra en la cartera.

Como ella lo anunció en abril pasado, Micheline Calmy-Rey quiere mejorar las sinergias en el seno del departamento. “Hay que poner acento en el rendimiento y la eficacia”, afirmó ante la prensa en ese momento.

En Malí, un papel determinante

En concreto, la ministra socialista quiere romper el muro que separa a la COSUDE del resto del departamento.

La idea de confiar tareas diplomáticas a los representantes de la ayuda al desarrollo está a punto de comenzar. En apoyo a este concepto, Micheline Calmy-Rey citó el papel que jugó en el asunto de los turistas secuestrados en el Sahara, el jefe de la oficina de cooperación en Malí, país en el que Suiza no cuenta con embajada.

“La COSUDE efectivamente se ha convertido en un Estado dentro del Estado. Y su director, Walter Fust, juega con gran libertad en la definición de sus objetivos”, juzga Xavier Contesse, ex diplomático y actual director de ‘Avenir Suisse’ en la región helvética de habla francesa.

“Calmy-Rey busca, a través de su reforma, tomar el control político de la COSUDE”, afirma Contesse.

Para el parlamentario socialista Jean Nils de Dardel, la decisión de la ministra de Exteriores está ligada al contexto gubernamental.

Según él, “la política comercial de Suiza está en manos del Ministerio de Economía. Las negociaciones con la Unión Europea, son en cambio, dirigidas por el Ministerio de Finanzas”.

Por ello Calmy-Rey, “quiere reforzar la ayuda al desarrollo y la acción humanitaria en el seno de su departamento”, deduce Nils.

Desde el inicio de su mandato en el Ministerio, la política ginebrina efectivamente ha privilegiado la acción y la defensa del derecho humanitario.

Pero esta elección se explica en buena parte por los eventos que han sacudido el planeta este año, como la ofensiva anglo-estadounidense contra Irak y la crisis coreana.

Fusión de representaciones

De hecho, los miedos concernientes al objetivo de la reforma, expresados por ciertos diplomáticos suizos, se centran en los objetivos precisos del cambio, impulsado por Calmy-Rey.

Entre ellos, la reorganización de las representaciones helvéticas en el mundo. En los países donde existe la ayuda al desarrollo, la embajada y la antena de COSUDE podrían fusionarse.

Además, la dirección de estas representaciones podría confiarse, en ciertos casos, a un responsable directo de la COSUDE, elevado entonces al rango de embajador.

Esta perspectiva es bien recibida por el diputado Jean Nils de Dardel. “El cuerpo diplomático padece un cierto grado de esclerosis. Eso no ocurre en la COSUDE”, opina el parlamentario, también del Partido Socialista.

Un punto de vista inaceptable para Xavier Contesse: “La mayoría de nuestros embajadores son extremadamente competentes, así como muchos de los cooperantes suizos. Pero funcionan con culturas empresariales totalmente diferentes”.

Reforma indispensable

Ninguno de los interlocutores defiende el statu quo actual. “La lista de tareas diplomáticas debe ser redefinida”, juzga Xavier Contesse.

“Los embajadores no deben simplemente defender los intereses de Suiza. Deben también suscribir el interés del mundo por Suiza”, afirma el iniciador de la Swiss house de Boston.

Jean-Pierre Gonthard, un consultante por mucho tiempo del Ministerio de Exteriores, apoya la liberalización creciente en el seno del ministerio. “La colaboración entre los diferentes ministerios debería también ser reforzada”, estima.

Y agrega: “En el terreno, esta colaboración es cada vez más frecuente”, objetivo que figura en el programa de reforma de Micheline Calmy-Rey.

Lo que aún permanece desconocido es el método que utilizará la ginebrina para conducir su reforma.

Un precedente

“Toda reforma suscita resistencias”, recuerda Eduardo Brunner. “En época de Flavio Cotti (un ministro de Exteriores anterior) se presentó una tempestad al nombrar responsables fuera del serrallo”, comenta el ex embajador.

“Es verdad que Flavio Cotti no se inclinaba mucho por los diplomáticos. Pero no es el caso con Micheline Calmy-Rey”, concluye.

swissinfo; Frédric Burnand, Ginebra
(Traducción: Patricia Islas)